La mañana siguiente, Mary despertó antes que todos, se dirigió a la cocina a preparar el desayuno. Tuvo que centralizarse en esa tarea para que no se quemaran los hot cakes. Cuando por fin acabó, colocó la comida en la mesa y fue a llamar a todos. Dos brazos la rodearon y un aliento caliente le erizó el vello de la nuca.
-¿Te has despertado temprano hoy? -preguntó Ethan.
Mary asintió, volviéndose para mirarlo.
-Huele delicioso-elogió él-. Como todo lo que cocinas.
-Gracias.
Ethan tomó el rostro de ella entre sus manos y la besó dulcemente. Ella no pudo evitar corresponderle, aunque realmente le dolía besarlo recordando la noche anterior. Se repetía una y otra vez que sabía que él extrañaba a Emily, era lógico, era su esposa y aún estaba de luto. No sabían cuánto duraría, pero eso debía decidirlo Ethan, y él no se sentía listo para dejarla ir. Mary lo entendía, era difícil seguir adelante, pero ella podría ayudarlo, podría curar sus heridas si él se lo permitiera. Pero ese tema era para Ethan como para ella hablar de sus padres: cuanto menos se hable del tema, mejor.
-¿Pasa algo?-preguntó Ethan, confundido, al notar que Mary se había quedado inexpresiva por un momento.
-No, nada-contestó ella-. Sólo estoy cansada.
-¿Seguro?
Mary se lo pensó. Si quería honestidad por parte de Ethan, ella debía ser honesta también.
-Anoche...-comenzó-, tuviste una pesadilla.
Ella notó que Ethan se tensó por un breve lapso de tiempo, lo que la hizo dudar cuando contestó:
-¿A sí? No recuerdo haber soñado nada malo, ni ninguna pesadilla. ¿Dije algo?
Ella negó.
-No -mintió-. Sólo balbuceabas, pero no pude entender lo que decías.
-Oh. Bueno, no importa. Sea lo que sea ya pasó.
-Si -dijo ella tratando de convencerse a sí misma de ello.
-Iré a despertar a los niños, tú despierta a Max y Megan.
-De acuerdo.
***
Una vez que todos habían desayunado, Ethan se colocó el saco y se acomodó la corbata para ir al trabajo. A Mary siempre le había parecido que Ethan era muy elegante para vestirse.
Ethan se despidió de sus hijos y de Megan y Max, mientras Mary lo acompañaba a la puerta.
-Te veo en la noche.
-Nos vemos-se despidió ella-. Que tengas un lindo día.
-Tú igual-él la besó y se fue.
Mary suspiró y cerró la puerta.
***
Mary estaba sola: Ethan estaba en su trabajo; Max y Megan estaban trabajando y estudiando, respectivamente y los niños en la escuela. Con toda la casa para ella, Mary se limitó a quedarse sentada en la cama de Ethan, pensando. Su cabeza daba vueltas con lo mismo una y otra vez; sus pensamientos la estaban volviendo loca, sus sentimientos -impotencia, tristeza, miedo- no ayudaban para nada. Ethan estaba pasando por algo parecido a lo que ella había sufrido con su madre, pero muy diferente: él había perdido a su esposa hacía dos años; Mary, a su madre hacía diez. Ella no tenía a nadie salvo a Max, a quien tenía que proteger; él tenía una familia.
Siguió pensando y pensando qué hacer con Ethan, cómo ayudarlo, cómo curarlo y cómo acompañarlo para que superara el dolor. Ella tenía en claro que nunca ocuparía el lugar de Emily, tampoco quería hacerlo, en realidad, era lo contrario: quería que todos recordaran a Emily por con alegría, y que hablar de ella fuera motivo de felicidad y no de melancolía. Lo que Mary quería, era una familia feliz, pero no quería borrar a una persona tan importante para su nueva familia: la madre de Alex y de Sophie; la persona que hizo Feliz a Ethan por mucho tiempo. Incluso Mary, sin haber conocido a Emily, quería recordarla como la persona que formó una familia a la que ahora cuida desde otro lugar, y le dio la oportunidad a Mary de cuidarla y unirse a ellos.
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Sálvame del Dolor
Любовные романыCuando el amor surge a partir del dolor... ¿Se puede amar estando herido? ¿Puede el amor borrar el dolor del pasado?