Capítulo 20: Resfriada

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Ambos se quedaron viendo, atónitos, luego de aquel momento en el que se habían dejado llevar.

—Ethan...—Mary apenas pudo formular su nombre, estaba muy confundida.

—Yo...—inició él, pero dejó las palabras en el aire.

—Mary, Ethan, ¿Dónde...? —Megan salió de la cabaña y encontró una imagen incómoda: Ethan y Mary, apoyados sobre la escalera, los brazos de Ethan sobre la cintura de Mary, y las manos de ella en el pecho de él.

Al  notar su presencia, ambos se separaron, Mary se agarró de la escalera para poder salir, y luego Ethan la siguió.

—Sophie los está esperando adentro, aunque veo que estaban algo ocupados...

—Mary se cayó a la piscina, se estaba ahogando.

—Si, imagino que tú fuiste a rescatar a tu chica en apuros —bromeó su hermana codeando a Mary.

Mary sólo la miró incómoda y sonrojada.

—Es cierto, me caí a la piscina por accidente.

La pícara sonrisa de Megan se borró.

—Oh, lo siento.

Mary iba a decir que no importaba ya, pero su hermano salió de la cabaña.

—¿Acaso hay un monstruo aquí afuera? Todos los que salieron no han vuelto a entrar...Mary, ¿Estás empapada? Creí que no querías entrar en la piscina —Max la miró, confundido.

—Cambio de planes de último momento —Mary sonrió encogiéndose de hombros.

—De acuerdo, entremos de una vez, ya es hora de soplar las velas.

***

—¿Lista? —la pequeña asintió sonriéndole a su padre.

—Sí.

—Pide tres deseos —le recordó Mary.

—De acuerdo —ella los pensó, muy bien, y sopló sus diez velitas.

—Feliz Cumpleaños, Sophie —dijeron Ethan y Mary al unísono.

***

—Eres tan hermosa, Blackie.

—Su madre estará feliz de que le demos un hogar a su pequeña —dijo Mary.

—Mary... —inició Sophie— ¿Puedo decirte lo que deseé?

—¿Se ha hecho realidad?

—Aún no.

—Entonces no. Si lo dices, no se cumple. Cuando ya se haya cumplido, podrás decirme.

—De acuerdo.

—Buenas noches, Sophie.

—Buenas noches, Mary.

***

—Hasta mañana, Mary —se despidió Ethan.

—Hasta... —un estornudo interrumpió la despedida de Mary — Lo siento. Hasta mañana.

—Creo que te pescaste un resfriado luego de la fiesta.

—No, estoy bie...—otro estornudo se hizo presente— bien.

—Mary...

—Bueno, puede que me haya enfermado de camino aquí, pero con suerte mañana estaré bien.

—Si te sientes mal no tienes que venir, recupérate y vuelve cuando te sientas mejor.

—De acuerdo.

Sálvame del DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora