📅 Por la tarde
Alzo mis ojos al cielo entrecerrandolos. El sol está en su pleno apogeo y sus rayos bañan mi cuerpo. Sólo ha pasado un día y mi piel ya tiene un tono dorado bastante evidente. Siempre me he bronceado con facilidad, y este clima hace que esto suceda más fácilmente.
Un ligero suspiro sale de mi garganta y tengo que apretar mis labios con tal de no llorar. Se suponía que mañana me casaba. Que sería el día más feliz de mi vida. Que sería feliz y compartiría mi vida con Kyle para siempre. Aunque lo que tengo claro es que el para siempre no existe y más cuando te engañan con el fontanero.
He intentado aguantarme, pero las primeras lágrimas ya inundan mis ojos y tengo que quitarme las gafas de sol para poder limpiarmelas. Se suponía que venía aquí para olvidarme de todo y descansar, y lo único que hago es llorar y lamentarme de mi desgracia.
No sé por qué me tienen que pasar estas cosas a mi. Con lo buena persona que yo soy. O por lo menos, lo intento. Está claro que hay alguien ahí arriba que me odia y no quiere que sea feliz.
Mis lágrimas se han convertido en sollozos y una enorme pena inunda mi corazón. Porque me siento una idiota que ha desperdiciado unos valiosos años de su vida con alguien que no la amaba y que encima me ha engañado de una forma muy rastrera. Un chapoteo en el agua me hace desviar mi mirada por encima de la barandilla de la terraza de mi bungalow. Intento secarme las lágrimas e intentar parar de llorar. El vecino se está dando un baño y no puedo evitar mirar como nada. Sus musculosos brazos se mueven acompasados a sus torneadas piernas moviéndose con bastante agilidad.
El rubio deja de nadar y repara en mi mirándome desde la distancia. Me limpio las lágrimas de nuevo y lo veo avanzar hacia donde estoy. Se agarra a los escalones de mi terraza y los va subiendo como a cámara lenta. El agua resbala por su cuerpo y lo miro embobada sin perder ningún detalle de su avance.
El rubio agita su cabeza haciendo que varias gotas de agua acaben en el suelo, pero en lo que yo me fijo es en las marcadas abdominales de su estómago, en sus fuertes brazos, en ese bañador tan ajustado y en como el agua le resbala por todo el cuerpo hasta sus piernas. Trago saliva y siento un latigazo de calor que me sube por las piernas. Mi vientre sufre un pequeño espasmo y se me seca la boca incapaz de apartar mi mirada de su cuerpo. Gracias señor por crear semejante criatura que es una delicia para mis ojos.
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1𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝙔 (Runner 2)
RomanceMax Verstappen. Lo llaman el príncipe de hielo. Sin emociones. Sin amar. Con una vida planeada al milímetro donde no hay nada al azar. Pero, ¿que pasa cuando la pelirroja de ojos claros se cruza en su camino? ¿Cuando siente que ella rompe todas sus...