Max Verstappen. Lo llaman el príncipe de hielo.
Sin emociones. Sin amar. Con una vida planeada al milímetro donde no hay nada al azar. Pero, ¿que pasa cuando la pelirroja de ojos claros se cruza en su camino? ¿Cuando siente que ella rompe todas sus...
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📅 MÍERCOLES 21 de JUNIO DE 2023
📅UN MES Y MEDIO DESPUÉS
📍MÓNACO
Me llevo las manos al cuello de la camisa y me lo estiro de nuevo. Venir aquí es una puta tortura, algo que odio pero que debo hacer. Las puertas se abren y un impoluto mayordomo me saluda indicándome un camino que me sé de memoria. Mis zapatos resuenan en el suelo resultando hasta fastidioso que se sepa de mi llegada, antes de que entre por esa puerta. Estiro de nuevo mi corbata y tomo aire en cuanto entro en el gran salón.
Miro alrededor para ver la solemnidad de ésta cita, y si, asqueado porque cuanto más me alejo de todo esto, parece que más me persigue. Una gran mesa de roble preside la estancia y allí, en una de las esquinas, mis padres, Karinne y Lucien, alzan su mirada al verme pero sus caras no reflejan emoción alguna.
- Charles –me dice mi padre indicándome con un vaivén de su cabeza que me siente a su izquierda.
- Padre, madre –les digo saludándolos de igual manera. Hace tiempo que dejaron de ser mamá y papá para pasar a ser solo mis progenitores. Tomo asiento a su lado y al momento alguien del servicio llena mi taza con humeante y espero café
- Buena carrera la de Silverstone. Por fin ganas una –me dice mi padre bebiendo de su taza. Su impertérrito gesto me hace desconfiar que de verdad me esté felicitando.
- También gané en Mónaco, pero claro si hubierais estado allí –le contesto con una forzada sonrisa.
- Charles, ya sabes que no podemos involucrarnos cuando corres, y menos aquí, no estaría bien visto –apuntilla mi madre sin mover un solo músculo de su boca. Nueva cirugía, eso seguro.
- Bueno, sois mis padres, supongo que eso debería prevalecer más que cualquier tonto protocolo –les digo con una mordaz sonrisa.
Ellos callan tras mis palabras produciéndome más fastidio su silencio, que el no tener respuesta. Ellos siempre vieron el que yo quisiera ser piloto como un hobbie. Una forma de tenerme entretenido. Sus esfuerzos y educación se centraban en mi hermano Lorenzo, el que sería el heredero. Pero cuando él murió de forma tan repentina, sus miradas se centraron en mi, siendo ya demasiado tarde, pues, yo acababa de debutar en la Fórmula Uno y tenía un gran futuro por delante. Aparte de que yo no soy Lorenzo. En la medida de lo posible, no me dejo manejar. Aunque tengo asumido cual es mi destino. Siglos y siglos de historia me persiguen, pero eso no quiere decir que esté de acuerdo o que vaya a claudicar a favor de ellos.
- El fin de semana que viene se reúne el consejo –empieza a decirme mi padre sin levantar si quiera su mirada para hablarme. Miro el reloj de pared que hay detrás de él deseando largarme de una vez de aquí- sería conveniente que asistieras, Charles.
- Ya te dije que no cuentes conmigo. Mis dos mejores amigos se casan y este fin de semana es su despedida de soltero. Soy el padrino. Estoy muy ocupado –le contesto fastidiado.
