Your's; Supercorp

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—¿Entonces? —preguntó winn, lo miré—, ¿cómo está el sexo con la chica?

Alcé una ceja y luego voltee mis ojos, solo Winn podía hacer tal pregunta de una forma tan tranquila.

—Y a ti qué te importa —murmuré y seguí observando mi computadora. Tres arrestos en un día no estaban mal.

—¿Entonces? —continuó mi amigo.

Lo ignoré y seguí trabajando.

—No debe estar muy bien —siguió winn, solté un gruñido irritada pero no sirvió de nada — siempre te pasa lo mismo.

Suspiré y lo miré.

—¿Y qué, señor psicólogo, me pasa?

Mi amigo me miró.

—Te doy otro mes de relación, luego de eso terminará como con las otras.

Solo lo observé, él parecía serio.

—Ya sabes, tus relaciones nunca duran más de un par de meses—. Se encogió de hombros y continuó con su trabajo.

Pues no negaba que mis relaciones duraban poco, y tampoco podía decir que no sabía la razón. Y esa misma razón me estaba comenzando a molestar ahora.

Pero como le iba a decir a Lena la verdad, ¿cómo se tomaría lo que era, lo que me gustaba?, ¿me rechazaría?, ¿me aceptaría por un tiempo como me había pasado algunas veces?, ¿o tendría suerte y sucedería un milagro? El problema es que no lo sabía y tenía miedo de equivocarme, de perder a esta mujer.

Suspiré y observé alrededor. Ya era hora de regresar a mi casa.