Miré por la ventana del restaurant y solté una grosería al ver a un hombre al otro lado. Lo conocía, era el mismo que me había estado vigilando frente a mi edificio.
—¿Qué pasa? —preguntó Lena, negué con mi cabeza.
—No salgas de aquí —dije y me puse de pie.
Enseguida salí del lugar, el hombre se alejó al verme y muy rápido.
Lamentablemente no logré darle alcance y cuando lo perdí de vista me preocupé y regresé al restaurante. Lena aún estaba allí, mirando por la ventana hacia la dirección donde había ido.
Cuando llegue a su lado me miró.
—¿Qué pasa? —repitió tensa.
—Nada, no te preocupes.
Pensé que insistiría pero no fue así, y al verla solo entrecerrar los ojos y mirar hacia fuera un segundo, desee que lo hubiera hecho. Ahora, parecía que ella tenía una idea.
—Entonces —quiso cambiar de tema—. ¿Cuándo iremos a ese club?
Ella me miró y se relajó.
—Cuando quieras —sonrió—. ¿Por qué?, ¿tu curiosidad no te deja en paz? —Me apunté con un tenedor.
—Mi curiosidad y yo somos uno, pero sí, siento curiosidad. —Lena negó con su cabeza y sonrió.
—Me gusta la idea de ir a un club, puede ser divertido. —Guardamos silencio hasta que recordé otra cosa.
—No sabía que tenías un primo en prisión.
Lena detuvo el tenedor a medio camino y me miró, luego continuó como si nada. —No es algo que le cuente a cualquiera—. Hice una mueca.
—¿Soy cualquiera? —pregunté.
Ella cerró los ojos y negó suavemente.
—No, lo siento, claro que no —dejó el tenedor a un lado—. No quise decirlo así, es que simplemente no hablo de eso, con nadie.
La observé unos segundos.
—Discúlpame —murmuró Lena. Tomé su mano y sonreí.
—Está bien, entiendo.
Ella me observó y luego mi mano, acaricio mis dedos con los suyos unos segundos.
Ella me observó y luego mi mano, acaricio mis dedos con los suyos unos segundos.
—Está por homicidio —murmuró ella.
Arrugue mi frente unos segundos, con una extraña idea.
—¿Cómo se llama?—. Ella arrugó su frente como yo.
—¿Por qué quieres saberlo?
—Dímelo por favor, tengo una extraña idea en mi cabeza.
Lena no cambió el semblante.
—Aarón Luthor, ese es el nombre.
Cerré los ojos al oírla. No podía creer mi mala suerte.
—¿Lo conoces? —preguntó ella, la miré.
Suspiré antes de contestar.
—Digamos que sí—. Ella alzó una ceja al oírme.
Si hubiera mantenido mi curiosidad a raya, ahora no tendría que decir eso, pensé.
—El asesino a uno de sus compañeros de trabajo —Lena asintió—, yo lo arresté un día después. —Ella solo me observó, por largos segundos.
—No recuerdo haberte visto en el juicio —murmuré, tratando de aligerar el ambiente.
—No tenías porqué, no fui.
Lena observó alrededor.
—¿Te molesta que haya sido yo?—.Ella negó enseguida, pero tampoco me miró.
Alejé mi mano de la suya, me puse de pie y agarré mi silla, luego de cambiarme de lugar en la mesa, para estar a su lado, la miré.
—Dime entonces que te puso así —lena suspiró —puedo entender si te molesta, al fin y al cabo es tu primo.
—Era —corrigió ella —dejó de serlo cuando hizo algo así, y no es que nos lleváramos bien antes de eso. No te preocupes —tocó mi rostro —no estoy así por eso, solo me sorprendió que fueras justo tú. Aarón merece lo que le pasó.
También acaricie su rostro pero no insistí. No servía de nada, si ella no deseaba decirme porqué estaba así, aunque insistiera no hablaría. Ya conocía su carácter para saber algo así.

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Your's; Supercorp
Fiksi PenggemarKara ha pasado toda su vida adulta intentando ocultar lo que es, porque cada vez que lo deja salir a la luz termina sola, atada a una cama y decepcionada. Ahora, ha conocido a una mujer que le hace desear dejar de fingir y le muestra que no es nece...