Reencarne en Classroom of the elite (OP)

Cap 16: El rey y la princesa (REESCRITO)

Ahora mismo mis puntos son 16.218.147 es una buena cantidad además tengo muchos eventos los cuales poder ganar puntos, por ejemplo me salte uno que era acompañar a Ayanokouji y grabar a la profesora de la clase B para chantajearlo pero bueno, decidí no hacerlo.

Ahora mismo no estoy muy lejos del karaoke estaba pensando si ir con ropa casual pero no quiero parecer un playboy aunque lo soy pero al menos ¿no aparentar tanto?

Llegué hacia la entrada y, al entra al lugar, me encontré con una mujer detrás del mostrador. Su presencia añadía un toque de calidez al ambiente del lugar. 

Me acerqué a ella con una sonrisa amable y le indiqué que tenía una reserva para la sala N°3. La mujer, con amabilidad, me indicó dónde se encontraba la sala y se sonrojo ligeramente ante mis gesto. Me pregunté brevemente si mi apariencia había sido el motivo de su reacción, aunque preferí no profundizar demasiado en ese pensamiento y continué con mi camino hacia el karaoke. Después de todo, no era la primera vez que despertaba ese tipo de reacciones en las personas, y ciertamente no sería la última.

Vi la entrada de la sala N°3 y allí estaba parado un chico, su largo cabello negro caía sobre sus hombros como un manto oscuro, dándole una apariencia misteriosa. Su expresión impasible podría intimidar a cualquiera que no estuviera acostumbrado a su presencia. Este era Hayato Kito.

Decidí acercarme para entablar una conversación.

—Hola. Ehmm, Arisu me invitó a hablar, no esperaba encontrarme con un guardaespaldas. Un gusto —dije, tratando de romper el hielo con una sonrisa amigable.

Kito me miró con una frialdad que podría helar el ambiente, pero solo asintió en respuesta.

—Estoy seguro de que Sakayanagi no invitó a nadie más

—Déjalo pasar, Hayato-kun —intervino Arisu, indicándole a Kito que me permitiera entrar.

Ante la orden de Arisu, Kito se apartó, dejando claro que la invitación estaba extendida para mí.

Acto seguido, entré al salón y Kito cerro la puerta tras de mí para garantizar privacidad durante nuestra conversación. Una vez dentro, pude distinguir a Kamuro y a un chico con cabello rubio, largo y atado en una cola de caballo, sus ojos azules resplandecían en contraste con su cabello. Era Masayoshi Hashimoto.

Kamuro, al notar mi entrada, apartó la mirada, como si contuviera las ganas de expresar su desagrado en voz alta. Parecía haber algo de tensión en el aire, pero preferí no prestarle demasiada atención.

Hashimoto, por su parte, me miraba con cierta curiosidad, como si mi presencia despertara su interés. Seguramente, la invitación de Arisu implicaba que había algo relevante que tratar.

—Ah, ha pasado un tiempo desde que no nos vemos, Akiro —mencionó Arisu al verme entrar.

—Pues a mí se me hizo eterno. Primero que nada, no me avisaste que vendría alguien más, pero no me importa. Ahora mismo, lo importante es ¿qué quieres? ¿Y para qué me llamaste? —respondí, enfocado en conocer el propósito de nuestra reunión.

—¿No puedo llamar a mi gran amigo para hablar de cosas de la vida?

Dejé que sus palabras se asentaran en el aire por un momento.

—Eres muy cruel —dijo, limpiándose lágrimas falsas con un gesto teatral.

—Hmm, perdón por ser descortés, pero ¿ya se conocían de antes? — Hashimoto dijo viendo a Sakayanagi.

—Somos amigos de la infancia y, además, Akiro es la persona más inteligente que he conocido —explicó Arisu, haciendo que Hashimoto abriera los ojos sorprendido al escuchar que me llamaban por mi nombre. Para mí era algo común que la gente lo hiciera, pero entendía que para ellos pudiera ser inusual.