Cap 27: ¿Me aceptará?

854 65 21
                                    

--- EN ANTERIOR CAPÍTULO ---

Cuando llegué a su puerta, toqué suavemente, y casi de inmediato se abrió.

—Pasa— dijo Arisu con su voz suave pero firme.

—Con permiso— respondí, entrando en su habitación.

Al cruzar la puerta, no pude evitar notar lo impecable que estaba todo. La habitación de Arisu reflejaba su personalidad: ordenada, calculadora y con un aire de sofisticación que la hacía destacar. Me di cuenta de que no he entrado muchas veces en la habitación de una chica, bueno, específicamente solo la habitación de Arisu... En mi vida pasada, nunca había tenido amigos, ni mucho menos una novia. Y en esta vida, lo más cercano a una relación había sido Fuka, pero incluso con ella, solo habíamos estado en mi habitación. Este pensamiento empezó a invadir mi mente, pero rápidamente lo aparté. No era momento para distracciones. Tenía un propósito al estar aquí, y necesitaba mantenerme enfocado.

Arisu, perceptiva como siempre, notó mi distracción.

—Te veo un poco distraído, ¿te pasa algo, Akiro?— preguntó, con una leve preocupación en su voz.

Permanecí en silencio por unos segundos, organizando mis pensamientos, buscando la mejor manera de abordar lo que tenía que decir.

—Sí, lo estoy— admití finalmente, levantando la mirada para encontrarme con sus ojos. —Tengo que hablar seriamente contigo—.

El peso de mis palabras llenó la habitación, y sentí que la tensión crecía, tanto en mí como en ella. Sabía que esta conversación marcaría un antes y un después, no solo en nuestra relación, sino también en los planes que ambos teníamos para el futuro.

...

--- FIN DEL RECUERDO ---

--- + ---

"el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional"

(Buda)

--- + ---

Arisu me observó con una seriedad que rara vez mostraba. Sus ojos se entrecerraron ligeramente, como si estuviera evaluando cada palabra, cada gesto mío.

—Parece que es un tema pesado del cual hablar. Déjame traer algo para beber, parece que será una larga charla— dijo, con una calma sorprendente, casi como si ya supiera lo que iba a decirle.

—Sí, lo será. Pero, déjame hacerlo yo— ofrecí, en un intento de recuperar un poco de control sobre la situación.

—No, no es necesario. Lo haré yo— respondió con firmeza, sin dar lugar a discusión. Arisu siempre había sido así, alguien que prefería mantener las riendas, incluso en momentos de incertidumbre.

La observé mientras se dirigía a la pequeña cocina de su habitación. Cada uno de sus movimientos era preciso y elegante, una danza que había perfeccionado con los años. No tardó mucho en regresar con dos tazas de té, y no pude evitar sonreír internamente. Aunque no era un gran fanático del té, siempre lo había apreciado cuando lo compartíamos fuera de la escuela, en esos momentos en que nuestras conversaciones se desviaban de lo académico. Era uno de los pocos placeres sencillos que compartíamos, algo que, en medio de todo este caos emocional, me proporcionaba un pequeño consuelo.

Arisu dejó las tazas en la mesa con una delicadeza que reflejaba su naturaleza cuidadosa. Se sentó frente a mí, tomando un pequeño sorbo de su té antes de clavar sus ojos en los míos.

Reencarne en Classroom of the elite (OP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora