La teoría del vínculo [OBI-WAN KENOBI]

18.

CAPÍTULO 18.
MISIÓN PARA EL TRÍO
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Fue con diecisiete años cuando Irisdy Solavain tuvo por primera vez una misión con el dúo. El consejo Jedi llevaba monotorizando un tiempo el planeta Hidium por actividades sospechosas. El sistema estelar se había declarado fiel a la República; pero un miembro del Senado había desaparecido misteriosamente en el planeta un mes atrás y el gobierno de Hidium no respondía a los llamados de los Jedi, encendiendo una clara señal de alarma. Obi-Wan, Anakin e Irisdy habían sido enviados con el objetivo de hacer contacto y averiguar si sus sospechas estaban infundadas o eran solo eso, sospechas.

La casi adulta había decidido meditar durante la duración del viaje para calmar sus nervios. Anakin ya había participado en varias misiones con Obi-Wan en el pasado; pero aquella era la primera vez que la Orden la soltaba a ella en el mundo real, y se sentía algo inquieta al saber que un sólo fallo como los que cometía alguna vez en sus entrenamientos como padawan podía costarle la vida. Mientras que la joven despejaba su mente para la nueva misión, Anakin observaba el planeta que crecía ante la ventana frontal de la nave cada vez con más ansia.

Todo fue sobre ruedas. Al llegar a la sede del congreso situada en el centro de Hidium y anunciar su presencia, tres representantes de su gobierno los recibieron con las manos abiertas. Les guiaron hacia su sala de reuniones extra-estelares y les ofrecieron comida y bebida; que los tres Jedi declinaron con un asentimiento amable. Anakin e Irisdy se limitaron a observar en silencio –una con más curiosidad y paciencia, el otro casi con decepción y resignación– y dejaron que su maestro tomara las riendas.

La padawan quedó asombrada al experimentar de primera mano las habilidades de Obi-Wan como el conocido "Negociador". Conducía el hilo de la conversación con destreza y naturalidad, haciendo las preguntas necesarias y alterando la narrativa hasta obtener las respuestas que quería pero de una forma que no resultaba brusca y era en su lugar muy desinteresada y disimulada. Incluso cuando los representantes del gobierno de Hidium respondían de forma cortante o dejaban escapar algún que otro comentario receloso hacia la Orden, el Jedi supo mantenerse en completa calma y continuar con el informal interrogatorio.

Los tres Gen'Dai aseguraron que el Senador al que buscaban debía haber abandonado el planeta tiempo atrás y haber sufrido algún problema en su viaje de vuelta por la galaxia; lo cual era raro, pero no tanto como la posibilidad de que un Gen'Dai tomara el papel de verdugo ante un político que visitaba el planeta por cuestiones de la República. La especie de Hidium era naturalmente pacífica; los Gen'Dai siempre se habían abstraído de participar en guerras externas, lo cual era un alivio teniendo en cuenta su anatomía. Los Gen'Dai eran extremadamente resistentes a las heridas físicas. Su cuerpo tenía un complicadísimo sistema nervioso con millones de terminaciones distintas y un sistema vascular aún más complejo que distribuía su sangre púrpura sin la necesidad de un corazón central. Tenían una asombrosa capacidad de regeneración e increíbles reflejos; e incluso podían hibernar y disiminuir su ritmo de envejecimiento.