25.

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CAPÍTULO 25.
PERSECUCIÓN

PERSECUCIÓN✨

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Había pasado un año y todavía Obi-Wan e Irisdy pensaban en aquella noche en Duktur en silencio. La relación entre ambos había sido evidentemente incómoda y extraña los primeros días, semanas y meses tras aquella misión; y todo había ido volviendo relativamente a la normalidad al acabar el año. Al menos en el exterior y en público, habían vuelto a actuar como siempre alrededor del otro recuperando la profesionalidad y sintiéndose finalmente capaces de mirarse a los ojos mientras hablaban; desconocidamente para el otro, en la privacidad de sus respectivos dormitorios, ambos meditaban durante largas horas sobre lo vivido y añoraban la sensación de sus manos sobre su piel en secreto. Era un sentimiento amargo; pero Irisdy y Obi-Wan no borrarían aquella mágica noche de placer aunque se les diera la oportunidad de hacerlo. No, probablemente no volvería a repetirse nunca; pero sería un recuerdo que atesorarían hasta su último aliento.

Anakin había sido el único capaz de intuír algo sobre el asunto. Obi-Wan e Irisdy sabían guardar las apariencias; pero era más complicado cometer pequeños deslices dentro del vínculo. Los dos se aseguraron de no dejar escapar ningún pensamiento que le diera la pista y mucho menos una escena de las conjuradas por sus memorias; pero Anakin podía sentir a veces rápidas ráfagas de emociones, incluyendo la añoranza y la melancolía. No sabía con total seguridad si su maestro y la padawan habían llevado las cosas más allá de lo que sus ojos habían visto en Duktur; pero sabía perfectamente que incluso habiéndose quedado en besos y toqueteos por encima de la ropa, ambos lo echaban de menos. No pudo evitar sentirse furioso con las estúpidas leyes de la Orden Jedi mientras los observaba en silencio; dos buenas personas como ellos no deberían de reprimir sus emociones de aquella manera y sufrir en la nostalgia cuando era claro que los sentimientos eran mútuos y que eran lo suficientemente maduros y correctos como para no dejar que su vínculo especial se involucrara con su trabajo.

Anakin fue dolorosamente consciente de esa específica ley de la Orden cuando el Alto Consejo le asignó al trío la misión de proteger a la Senadora Amidala en su estancia en Coruscant; cuando sus ojos se encontraron y una expresión gratamente sorprendida se extendió sobre su perfecto rostro. Las palabras se mezclaron en su mente y su garganta, volviendo su segunda presentación con ella bastante torpe; pero mereció la pena ante el tono dulce de la mujer con la que había soñado toda su vida y que a pesar de sus palabras –niño, lo había llamado– reconfortó su acelerado corazón. Sí, puede que Padmé tratara de hacerse la desinteresada, pero a él no la engañaba; podía sentir su sorpresa y la admiración ante su cambio físico –y algo de culpabilidad y vergüenza– en la Fuerza. Obi-Wan e Irisdy también, lo que hizo que ambos le lanzaran una mirada de advertencia.

Obi-Wan tranquilizó a la senadora con un gesto respetuoso y tranquilas palabras; Irisdy sonrió amablemente y observó con genuina curiosidad al Gungan que los acompañaba. Nunca había visto uno en persona; era una criatura curiosa.

La teoría del vínculo [OBI-WAN KENOBI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora