La teoría del vínculo [OBI-WAN KENOBI]

35.

CAPÍTULO 35.
LA TEORÍA DEL VÍNCULO
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Una noche en un momento de sus vidas en los que unos días empezaban ya a mezclarse parsimoniosamente con otros, una relajada y pensativa Irisdy acariciaba distraídamente la piel desnuda de Obi-Wan con las yemas de sus dedos; el rostro del hombre igualmente tranquilo y pacífico tras una intensa, excitante y dulce ración de sexo. Los dos estaban acurrucados bajo las mantas, piel con piel, y sin ninguna intención de vestirse o moverse a pesar de que la noche se les echaba encima y ya había pasado por lo menos cuarenta minutos desde que dejaron de hacer el amor y reverenciar sus cuerpos. Aquella era una parte de su rutina que ambos atesoraban con cariño; el momento de después en el que ya saciados y con la respiración controlada, solo quedaba abrazarse en la paz y el silencio y acariciarse distraídamente y de forma inocente con los dedos. Los ojos azules de Obi-Wan estaban clavados en el techo, sus manos sujetando a la mujer que amaba contra su pecho; ella estaba boca-abajo apoyada en él, con una de sus manos estática y la otra acariciando la piel –cada vez menos pálida y más dorada bajo la luz de Tatooine– de uno de sus hombros.

- Obi-Wan... - lo llamó en un murmuro pensativa, sin detener los mimos de sus dedos sobre su cuerpo - Tengo una teoría sobre los vínculos.

Él continuó con la mirada en el techo de la cueva, sus manos moviéndose para acariciar el largo cabello castaño de la mujer con cariño. Obi-Wan empezaba a sentir los años echándosele encima; pero ella aún seguía tan hermosa como siempre.

- ¿Mm? - murmuró despreocupado, con la paz post-coital aún suavizando las facciones de su rostro - ¿Qué vínculo?

Ella se lo explicó en un tono calmado y seguro. Le gustaba teorizar con Obi-Wan; él era un hombre muy inteligente, muy sabio, y quería expresar con él las palabras y sentimientos que buceaban ahora por su mente.

- El que forma un padawan con su maestro - señaló, en ningún momento deteniendo sus pequeñas caricias - Lo importante que es para ambos. Lo importante que es esa confianza y sentirse seguros y en paz, saber aceptar las críticas como la ayuda que son y no como una afrenta. Saber dejarse guiar. Creo que ese fue uno de los mayores errores de Anakin, ¿sabes? Era tan orgulloso que todo lo que le decías tú o cualquier otro se lo tomaba como una ofensa, como un castigo, como si él fuera una decepción; en lugar de ver que todo eran buenas intenciones y que sólo querían ayudarle. Y le faltó el valor para expresarnos sus preocupaciones y sus pesadillas; a veces me pregunto lo distinto que podría haber sido todo si sólo hubiera dejado su orgullo atrás y hubiera aceptado que incluso él necesitaba ayuda, si hubiera tenido la confianza en nosotros como para apoyarle en sus inquietudes. Tú, yo, Yoda, Windu... Creo que todos sospechamos algo. Pero no se le puede tender la mano a alguien que no quiere aceptarla.

Irisdy se incorporó lentamente sobre su pecho y se deslizó un poco hacia arriba por su cuerpo, para dejar su rostro frente al suyo y poder mirarle a los ojos mientras continuaba. Él ya la estaba mirando con un nudo en su garganta, y ella le acarició con dulzura sus mejillas húmedas.

- Sé que una parte de ti aún piensa que le ha fallado a Anakin, a la Orden, al mundo. Pero no tienes la culpa - prosiguió con convicción - El aprendizaje de Anakin fue algo que se te impuso por una conciencia moral con tu antiguo maestro, algo con lo que él no debería haberte presionado y relegado sobre ti; y tú siempre has dado lo mejor de ti para adiestrar a dos padawans a la vez. Sí, puede que con Anakin te haya salido el tiro por la culata, pero eso ha sido porque un Sith, uno de los mayores de la historia, ha estado manipulando toda tu preocupación, cariño y bondad hacia él en algo horrible y feo. Pero mírame a mi. Sé usar la telepatía, la telequinesis, sentir la Fuerza a mi alrededor como una energía viva, luchar decentemente con el sable; hasta el punto en que tus enseñanzas me han ayudado a sobrevivir en la dichosa Purga. Anakin y yo somos los dos productos de tus enseñanzas; el problema no está en ti, no está en el método, el problema siempre ha estado en el orgullo de Anakin que lo llevó a confiar en la persona inadecuada.

Irisdy tomó aire y continuó transformando su tono serio y convencido en uno más dulce y tranquilo.

- Yo... Jamás me he sentido tan bien con una persona, incluso antes de que nuestros sentimientos románticos comenzaran. Obi-Wan, eres bueno, amable, respetuoso, siempre deseando ayudar a los demás, justo y tolerante. Además de un hombre muy atractivo - añadió sonriendo, dándole un rápido piquito cariñoso sobre los labios y arrancando una sincera y pequeña risita entre las lágrimas del hombre de ojos azules - Sostengo firmemente mi teoría de que de no ser por ti y el vínculo que he formado contigo, yo no estaría hoy aquí ni sería quien soy ahora; quizás tú tampoco. Todas las criaturas de la galaxia somos resultado de los vínculos que formamos con otros a nuestro alrededor, y de cómo nos esforzamos por cuidarlos o los rompemos.

Irisdy le besó las lágrimas a Obi-Wan acunando su rostro entre sus manos y sonriéndole suavemente con el amor hacia él brillando en sus ojos esmeralda. Él la miraba con admiración y afecto de la misma manera.

- Te quiero, Obi-Wan - concluyó con finalidad, apoyando su frente en la de él y suspirando sobre sus labios.

Él le acarició la mejilla con la yema de los dedos, correspondiendo su llamado con dulzura y sinceridad.

- Te quiero, Iris.

Y Ben y Sol, Obi-Wan e Irisdy, cerraron su capítulo con un delicado y vulnerable beso. Un beso que atesorarían por toda la eternidad, dándoles ánimo en momentos de oscuridad, y que seguirían recordando incluso cuando les llegara el momento de unirse en uno con la Fuerza. Por ahora, se fundirían el uno con el otro y disfrutarían de la paz.

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