19.

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CAPÍTULO 19.
RECUPERÁNDOSE

RECUPERÁNDOSE✨

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Irisdy recuperó la conciencia sintiéndose como si hubiera sido pisoteada por una decena de Banthas. Sentía su brazo completamente adormecido y pesado, y pequeñas punzadas de dolor aquí y allá; aunque por encima de todo, predominaba un profundo cansancio. Dejó escapar un quejido mientras sus ojos verdes trataban de acostumbrarse a la intensa luz de la sala; un par de parpadeos más le permitieron entender que estaba en la enfermería del Templo de Coruscant. Inmediatamente, se sintió aliviada; habían llegado sanos y salvos a casa.

Anakin apareció en su campo de visión. Cada vez tenía el cabello más largo; a este ritmo formaría una melena como la de Obi-Wan. El chico suspiró satisfecho.

- Por fin despiertas, princesita - bromeó con tono sarcástico.

El chico se giró y llamó a alguien con un par de señas y palabras, y otro Jedi se acercó a ellos y le pidió revisarla. Irisdy asintió sintiendo su garganta seca –Anakin tendiéndole rápidamente un vaso de agua– y catalogó al mismo tiempo sus heridas a medida que él las comprobaba. Su brazo izquierdo estaba, sorprendentemente, inmovilizado junto a su torso; al parecer se lo había roto. Tenía una venda alrededor del estómago, y otra herida menor en una de las piernas; por lo demás, estaba perfecta.

- ¿Cuánto he dormido? - preguntó, su voz rasposa.

Se sentía como si hubiera estado KAO un mes entero.

El Jedi que la revisaba le dirigió una sonrisa comprensiva y llena de empatía.

- Una semana - le informó - Te hemos mantenido estable con sueros y Fuerza curativa. El bacta ha curado rápido todas tus heridas, pero tu mente estaba agotada después de tanto esfuerzo. El joven Skywalker me comentó que usaste tú misma Fuerza curativa; debes de haber empleado tu propia fuerza vital en ella para ayudar al maestro Kenobi. A los sanadores nos enseñan a sólo utilizar la Fuerza que flota alrededor de nosotros, pero es un error común usar también la propia en un principiante.

Irisdy lo miró sorprendida, absorbiendo la información, y asintió sintiéndose algo culpable. Lo cierto es que todo lo que sabía de la Fuerza curativa provenía de los libros, y nunca había obtenido experiencia real. Había sido una mera lectura para pasar el tiempo en el pasado; que sin duda había sido crucial para que los tres acabaran allí ahora.

- Si tu intención es volver a usarla en el futuro, te recomendaría que hicieras unos cuantos seminarios con nosotros, con alguno de los Sanadores - prosiguió el maestro Jedi, con total tranquilidad y simpatía - Después de lo que has hecho, estoy seguro que se te daría bien y reducirías los efectos adversos con una práctica guiada. De lo contrario, te diría que te abstuvieras de usarla; es un poder peligroso que extenúa mucho tu mente y Fuerza vital y podrías acabar con tu vida casi sin darte cuenta. Has estado en coma una semana, pero podría haber sido más.

La teoría del vínculo [OBI-WAN KENOBI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora