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El pecho de Seokjin subía y bajaba a medida que descendía por las escaleras, tratando de colocarse bien el ambo de hospital. Había perdido el tiempo jugando con los mellizos, por lo que se duchó tarde y estaba a nada de llegar también tarde a su turno.

Hoseok estaba en la oficina, los mellizos ahora jugaban con la progenitora de los hermanos Jung, Namjoon perdido en alguna parte de la casa y él desesperado buscando las llaves de su auto. Suspiró aliviado cuando las tuvo en su mano, fue corriendo donde su automóvil se encontraba para llevarse la gran sorpresa de que no encendía.

―No me hagas esto... ― pidió, al borde del colapso.

Gritó de frustración y golpeó su cabeza repetidas veces en el volante del auto.

Se sobresaltó cuando alguien tocó su ventana, avergonzado por sus actos miró al impecable hombre que se encontraba afuera.

―¿Te llevo? ― ofreció, sonriente.

Él ni siquiera se tomó el tiempo de considerarlo, simplemente asintió eufórico para después bajarse e ir corriendo al carro negro que estaba estacionado. Una vez que estuvo en el asiento del copiloto revisó que llevara todo en su bolso.

―Dime la dirección del hospital. Lo colocaré en el GPS para que me guíe.

Seokjin se lo dijo, y esperó con ansias a que arrancara.

―Gracias por salvarme. Iba a morir si no llegabas.

―No te preocupes. Me gusta ser útil y también me viene bien salir un poco de la casa y conocer la ciudad. Cuando yo vivía aquí no estaban ni la mitad de las cosas que hay ahora.

―Es una bonita ciudad. Estoy seguro de que te encantará, cuando tenga tiempo, si quieres, puedo llevarte a conocerla mejor.

―Eso sería fantástico ― Namjoon le dedicó una rápida sonrisa.

Seokjin se encontraba muy nervioso como para mantener una charla más profunda, por lo que se limitaba a contestar vagamente o cualquier cosa, no le estaba prestando atención, su mente estaba ocupada en no llegar tarde. Por poco no se le sale un grito cuando el hombre paró en la entrada del hospital, lo saludó y bajó corriendo de ahí, sin darse cuenta de que había dejado su bolso en el piso del auto.

Antes de registrar su llegada se percató de que no la traía consigo, contuvo el chillido en su garganta para después mandarle un mensaje al hombre que lo había traído para que se acercara en su hora de descanso así se lo dejaba.

―Hey, Seokjin ― lo llamó el jefe de enfermeros ―. Necesito hablar contigo un momento.

El corazón del pálido se comenzó a mover ansioso en su pecho, él nunca llegaba tarde, ahora había llegado sobre la hora, solo esperaba que su jefe no lo retara por eso.

―Dígame ― dijo algo temeroso.

―Verás, ha llegado un nuevo enfermero y he pensado automáticamente en ti para que lo ayudes y le enseñes lo necesario. Viene de otra ciudad, pero ya lleva algunos años en el rubro, así que no será un gran problema. Sólo enséñale cómo trabajamos aquí y lo que tú creas necesario para que él se sienta cómodo en el hospital.

―Oh... ― la respiración de Seokjin se regularizó ― Está bien. ¿Dónde está él?

―Está esperando por ti en la sala de descanso.

Seokjin compartió unas palabras con su jefe antes de despedirse y partir donde el nuevo lo esperaba. Al entrar a la habitación vio a algunos de sus compañeros, con los que llevaba más años, así que se dedicó a buscar un rostro nuevo.

𝙻𝚘𝚜𝚒𝚗𝚐 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 [𝐻𝑜𝑝𝑒𝐽𝑖𝑛]  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora