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―¿Entonces? Será fantástico, lo prometo.

―¿Estás seguro? No estoy muy convencido... si quieres puedo costear un viaje, solos.

―Vamos ― insistió ―, tuvo un gran gesto con nosotros, sería muy descortés rechazarlo. Imagina todo el dinero desperdiciado.

―Puedo darle lo que gastó ― insistió.

―Hoseok, no seas así, es tu madre y no lo ha hecho con mala intención, de seguro quiere que pasemos más tiempo como familia.

―No lo sé... ― su boca se torció con duda ― ¿Qué pasará con tu padre? No podrás estar con él en Año Nuevo.

―¿Acaso no viste cuántos boletos eran? Ella le ha pagado un viaje a toda la familia, incluyendo a mi padre y su novia.

―¿Y tu trabajo?

―Deja de buscar excusas, si no quieres ir, simplemente dilo.

―Estará Namjoon...

―Puedes ignorarlo, Hoseok.

―¿Tú realmente quieres viajar?

―Me hace mucha ilusión ― respondió el pálido con sus ojos brillantes.

―Está bien ― el hombre castaño tomó delicadamente el rostro de su contrario para depositar un beso en su frente ―. Arregla las cosas en tu trabajo, yo me encargo de lo demás.

Ambos salieron de la habitación donde habían charlado acerca del viaje que su madre planeó a sus espaldas y fueron donde la castaña los esperaba ansiosa por su respuesta.

―¡¿Y bien?! ― ella preguntó.

―Iremos, mamá. Seokjin arreglará sus días con el hospital y yo con la oficina.

―¡Genial! Serán las mejores vacaciones familiares, se los prometo.

Hoseok hizo una mueca, intentando con todas sus fuerzas que esta pareciera una sonrisa y su progenitora no sospechara de nada, él no estaba buscando que la mujer comenzara con su interrogatorio o peor, que intentara solucionar las cosas con su hermano.

Seokjin había decidido ir al hospital personalmente para hablar allí y pedir algunos días libres. Hoseok no estaba tan seguro de qué tan bien salieran esas minivacaciones que su madre planeó para ellos tan sorpresivamente.

El vuelo era en tres días, tendría que reorganizar completamente su agenda y posponer algunas reuniones, no era normal que él se tomara algunos días, menos con tan poca anticipación. Antes de tener a los niños no se tenía que ocupar de nadie, ni siquiera de alguna pareja, por lo que no veía necesario las vacaciones.

Tomó su teléfono y le marcó al padre de Seokjin, con la euforia que cargaba el pálido de seguro se le pasaba comentarle que tendrían un viaje fuera del país, por más o menos diez días.

―Buenos días, Jaemin ― habló apenas el teléfono fue contestado.

―Hey, Hoseok, buenos días. ¿A qué debo tu llamado?

―Verás, mi madre ha organizado un viaje para nosotros...

―¡Eso es fantástico! ¿Quieres que les cuide la casa mientras no están?

―No, Jaemin ― una risa nerviosa escapó de sus labios ―. Cuando me refiero a nosotros, es que tú y tu novia también están incluidos en él.

Hoseok verificó que la llamada no se hubiera cortado cuando hubo un silencio por varios segundos.

―¿Jaemin?

―Sigo aquí, Hoseok... solo que, no estoy seguro de poder cubrir los gastos, es algo muy repentino.

―No te preocupes por eso, todo está pagado.

―¡No! No puedo permitir que ella o tú y mi hijo se encarguen de nosotros.

―Tranquilo. Todo está listo, empaca ropa para la playa. Viajaremos en tres días... ¿por qué no vienes esta tarde? Organizaremos las cosas aquí.

Habló un poco más con el padre de Seokjin y quedaron en que él vendría en la tarde para ponerse de acuerdo. Yeonu había alterado la semana de todos con su improvisado viaje.

֍

Seokjin estaba feliz, por suerte no había tenido ningún problema con el repentino pedido de días, se había quedado un poco más de tiempo tratando de ayudar a su jefe con lo que pudiera en ese momento, después de todo, se sentía un poco mal por faltar de esa manera.

―Hey, Seokjin ― Jimin lo saludó amablemente ―. Pensé que hoy no tenías que trabajar.

―No, en realidad no, pero me iré de viaje unos días y vine a arreglar algunos pendientes.

―¡Me alegro por ti! ¿Cómo pasaste Navidad?

El pálido rápidamente comenzó a contarle todo lo de esa noche, omitiendo algunas cosas que hizo con Hoseok, pues no quería incomodar al que pensaba sería su amigo de dentro de poco. Le dio un poco de pena cuando el castaño le comentó que estuvo en el hospital esa noche, aunque él lo había pedido, ya que no tenía con quién pasar ese día.

No pasó mucho para que Park tuviera que irse a seguir con su trabajo, él le deseó lo mejor para el viaje y que disfrutara lo más que pudiera. Seokjin realmente lo quería como amigo.

―Hola, Seokjin, ¿por casualidad no has visto al doctor Min? ― una enfermera que iba pasando lo detuvo.

―¿Cuál?

―Yoongi, Min Yoongi.

―Oh... no, pero si me lo cruzo le digo que lo está buscando.

Ella asintió y se despidió con una sonrisa.

El pelimorado siguió tranquilamente su camino hasta que vio la larga cabellera del buscado Doctor, apresuró su paso pero el hombre no llegó a verlo y se metió a una de las alas desocupadas del hospital. Frunció un poco el ceño y se preguntó si sería prudente seguirlo, después dijo que sí, podría ser algo importante.

Hizo los mismos pasos que el hombre y se desorientó un poco en el camino, si bien no estaba oscuro la luz no era muy buena en esa zona. Iba a darse por vencido cuando escuchó algunos murmullos, los siguió y se arrepintió, frente a sus ojos se encontraba un viejo escritorio y sobre él, había un hombre con su camisa desprendida, la cabeza del joven colgaba, y lo vio, lo reconoció, entre sus piernas estaba Yoongi, penetrándolo tan fuertemente que el escritorio se quejaba por sus movimientos.

Los pequeños ojos del hombre debajo del otro se abrieron, percatándose de quién los observaba.

―Seokjin ― dijo, alarmado.

―D-disculpen, yo... yo me voy ― iba a correr y huir de ahí, pero luego recordó por qué siguió a Yoongi ―. Dr. Min, la enfermera Choi lo busca.

Antes de que cualquiera de los dos hombres pudiera decir algo, salió despavorido, saludó a algunos conocidos y se marchó rápidamente del hospital.

𝙻𝚘𝚜𝚒𝚗𝚐 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 [𝐻𝑜𝑝𝑒𝐽𝑖𝑛]  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora