No estaba para nada contento, al parecer a los nuevos inversionistas se les había plantado en la cabeza que él mismo tenía que viajar a Japón para cerrar el trato que tenían previsto, lo peor de todo es que ellos ni siquiera le habían asegurado cuánto tiempo tendría que estar en ese país. Sabía que su mal humor iba creciendo a medida que pasaba el tiempo, hasta el punto de que la señora Kim evitaba acercarse a su oficina y pasarle llamadas.
Observó con fastidio el reloj en su muñeca, para completar sus desgracias, tenía que ir por Jihyeok al aeropuerto. Tenía media hora para presentarse allí y llevar a su primo a su casa.
―Estaré ocupado todo el día, no me llames a menos que sea de suma importancia ― le comunicó a su secretaria antes de marcharse.
En el auto trató de calmar su humor, no quería tratar mal a Jihyeok pese a que el hombre fuera una parte importante que contribuía a su enojo.
Cuando llegó al lugar caminó por los largos y amplios pasillos del aeropuerto, observando las tiendas que había en su interior deteniéndose momentáneamente cuando veía algo de su interés. Estaba mirando encantado un reloj cuando su celular lo sacó de su burbuja, no conocía el número y eso era extraño ya que su teléfono personal no lo tenían muchas personas.
―¿Quién habla? ― contestó.
―¿Hoseok? Soy Jihyeok, ¿estás aquí?
―Oh, sí. Me quedé observando algunas cosas.
―Dime en qué tienda te encuentras, puedo ir.
Después de fijarse en dónde se encontraba exactamente, le indicó a su primo su ubicación.
Pasaron alrededor de cinco minutos y vio la alta y esbelta figura de su pariente. Él ya no poseía los infantiles rasgos, su rostro se había endurecido, pero de igual manera mantenía cierta calidez.
Fue tomado por sorpresa cuando Jihyeok lo abrazó fuertemente.
―Qué agradable es verte, ya eres todo un hombre ― Jihyeok jugó con sus mejillas.
―Solo nos llevamos dos años ― rió.
―Aún eres un bebé, Hoseokie.
Ayudó al de cabello negro con sus maletas y comenzaron a charlar de cómo había sido el viaje y si estaba muy cansado. Una vez en el auto, Jihyeok le comenzó a explicar las razones por las que había decidido abandonar su ciudad y probar suerte, al parecer tenía un novio, pero las cosas no terminaron bien para ellos, el problema fue que su ex era una persona importante en su ciudad, y según le dijo, un ex enojado y con poder no es una buena combinación.
―Ni siquiera conseguía trabajo en una cafetería ― le dijo tristemente.
Hoseok pensó que había sido muy duro con su primo al escuchar su historia, al parecer el hombre no era un vago como pensó, sólo tomó unas malas decisiones.
―Tranquilo, Tae. Estás en una ciudad grande ahora y fácilmente podrás conseguir un buen trabajo ― palmeó su hombro sin quitar la vista de la autopista.
֍
Estaban por cenar cuando recibió una llamada, con algo de molestia contestó, tomando por sorpresa a la persona de la otra línea, al parecer no esperaba su tono tan seco.
―Lamento interrumpir su noche, señor Jung... ― la voz de su secretaria sonaba apenada.
―Dime qué necesitas.
―El señor Watanabe se ha puesto en contacto, él dijo que lo más conveniente es que usted viajara a su país esta misma semana.
―¿Qué? ― dijo incrédulo ― ¿Qué le sucede a ese hombre?
Hoseok sabía que el hombre estaba tirando de todos sus hilos para probarlo, sabía que ante la mínima falla él cancelaría el contrato y no podía permitirse perder al cliente.
―Compra los boletos para mañana en la noche, por favor.
―Está bien, señor Jung. Que tenga buena noche.
Al finalizar la llamada enredó con frustración sus marrones cabellos con sus dedos, tiró de él, buscando algún tipo de liberación.
―Hey, hey, ¿qué pasó? ― Seokjin colocó sus manos sobre las de él.
―Tengo que irme a Japón, por tiempo indefinido.
A Hoseok le dolió ver el rostro de decepción de su novio, hasta juraba que el hombre estaba haciendo un diminuto puchero por la información recién dada.
Envolvió el menudo cuerpo de Seokjin con sus brazos y lo pegó a él, rozaron sus labios para después fusionarse en un increíble beso, que estaba seguro que se intensificaría si una tos no los hubiera interrumpido.
―Disculpen ― Jihyeok rascó nerviosamente la parte de atrás de su cabeza ―. No sabía que ustedes eran pareja.
―Bueno, ahora lo sabes ― Hoseok besó la cabeza de Seokjin ―. Es decir, soy bisexual.
―Ya veo... ― Taehyung le dio una larga mirada a Seokjin, provocando que algunas chispas de celos aparecieran en él.
―Jodida mierda ― dijo en voz baja. Ahora más que nunca no quería irse.
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𝙻𝚘𝚜𝚒𝚗𝚐 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 [𝐻𝑜𝑝𝑒𝐽𝑖𝑛] ✓
FanfictionEl matrimonio Jeon sufrió un catastrófico accidente automovilístico llevándose consigo la vida de Jungkook y Boyoung. Dejando huérfanos a los mellizos, Areum y Hamin. El hermanastro de Boyoung, Kim Seokjin, queda a cargo de sus dos pequeños sobrinos...