ONE PIECE - ONE SHOTS

Franky - Las quiero

- ¡Sé mi nakama! - el joven pelinegro sonrió a la muchacha.

Pero ella no le sonrió de vuelta - Tengo una hija que cuidar, y sería muy peligroso para ella. Me encantaría, pero...

- ¡Ella también!

- Mamá - la pequeña de seis años tomó la mano de su madre con alegría - Estaremos bien.

- ¿Por qué yo?

- Sabes nadar muy bien, peleas genial, y eres divertida. Shishishishi.

Tn arrugó la frente.

No supo en qué momento terminó en ese barco. Realmente, después de meses, seguía sin entenderlo.

Su hija, Gigi, había encontrado su lugar en el barco, no cabía duda. ¿Pero ella?

- ¡Me toca jugar contigo! - exclamó Luffy en la puerta de la cocina.

La pequeña negó con una leve sonrisa - Voy a cocinar con Sanji-kun.

- Así es Luffy, Gigi y yo nos hemos hecho inseparables. No quiere jugar a correr, quiere jugar a cocinar conmigo. - Sanji le sonrió orgulloso a la pequeña.

Luffy puso morritos y salió corriendo.

- ¡Tn! ¡Juega conmigo!

- Ahora no Luffy, estoy leyendo.

Luffy se fue quejándose hasta que Usopp aceptó jugar, entonces se le pasó.

Tn miró como en la cocina, Gigi hacía todo lo que Sanji ordenaba con mucha paciencia y una gran sonrisa.

A la hora de comer, se sentó entre Robin y Franky, esperando las reseñas.

Tn se sentó frente a Franky.

- ¡Wow! ¡Esto esta SÚPER BUENÍSIMO!

- Tiene un toque picante y dulce que deleita el paladar - Gigi no la entendió pero la abrazó igualemente.

- Muchas gracias, pero el mérito es de Gigi-swan. Es toda una cheff. 

- Sin tu ayuda no hubiera podido, gracias Sanji-kun.

- Que preciosa es. - el rubio la miró con adoración. 

- ¿Qué te parece mamá? - su hija la miró con ansias.

- Bueno... - Luffy le pegó en la nuca. -... le falla algo.

- ¡No le hagas eso!

Todos miraron a Tn no de manera bonita, aunque fuera su madre.

- ¿El qué? - Gigi no sabía qué le pasaba, todos decían que estaba bueno menos su madre. Sabía que ella siempre le había enseñado a mejorar, de la mejor manera. Era una madre admirable a ojos de todos.

- Sí, creo que sí, le falla que has hecho muy poco. 

- ¡Eso sí que es verdad! - Luffy empezó a reírse haciendo a los demás sonreír tranquilos.

- Tienes razón - Gigi asintió.

- Nos habías súper asustado - comentó Franky. 

Ella le sonrió al peli azul divertida.

Claro que una niña a bordo no siempre eran risas, en plena batalla también era peligroso.

- Agárrate fuerte, tenemos que salir de aquí.

- ¿Y mamá? - preguntó sujetándose al cyborg.

- Mamá estará bien, lo importante ahora eres tú. Vamos, no perdamos tiempo.

Franky la dejó escondida para que no sufriera - Saldremos de aquí enseguida. Voy a por tu madre, yo también estoy súper preocupado. 

- ¿Volverás?

- ¿Por tí? Siempre.

Ambos sonrieron ligeramente.

Cuando Franky encontró a Tn, el corazón le iba rápido, estaba en medio de doscientos hombres, marines y piratas, muy cargados. 

Sabía su fortaleza, conocía su cabezonería, pero sentía algo que no había sentido con sus nakamas. 

Protección.

Sin perder tiempo, se metió, le dio la espalda y la ayudó.

Al acabar, ella cayó inconsciente y él la tomó viendo su herida en el costado.

- Te pondrás bien, se lo prometí a Gigi. Hazlo por ella, hazlo por mí.

Franky estuvo con Tn en todo momento, desde que Chopper la metió en la enfermería. A veces Gigi entraba, pero terminaba quedándose dormida entre los brazos de él.

- La quieres, ¿verdad?

Franky levantó la mirada encontrando a su nakama, Robin, sentándose frente a él.

- ¿Tanto se nota?

- Sólo un poco. Deberías decírselo. 

- No quiero perderla - la tomó de la mano - ella es gracia, elegancia, belleza. Yo siempre estoy sucio, huelo a gasolina o a madera. 

- ¿Alguna vez se ha separado porque odiara eso?

- Nunca.

- ¿Ves? Tú sólo te contestas. Hazlo, antes de que la pierdas. 

Franky asintió.

Cuando Tn despertó, lo encontró durmiendo a su lado, y sonrió. Lo abrazó por los hombros.

- ¡Mamá! - Gigi entró con Chopper, y ella les pidió silencio con el dedo en los labios. 

- Franky ha cuidado de tí todo este tiempo - informó Chopper.

Tn miró al cyborg y besó su frente despertándolo.

- Lo siento Franky, no quise...

- No pasa nada - sonrió medio dormido - ¿Estás bien?

- S...¡sí!

Besó su mejilla - Me alegro. 

La valentía llegó cuando llegaron a su entorno. 

El momento donde ella bajó con comida cuando Franky arreglaba al Sunny por la parte de abajo.

Tn se acercó curiosa - Parece algo duro.

- Hola Tn, ¿estás mejor?

- Sí. Gracias Franky.

- No me las dés.

- Sí, has estado conmigo y con Gigi desde el primer momento. Tengo tanto que agradecerte...

Franky se limpió el sudor con la mano y le sonrió - No es nada. Todo por vosotras.

Ella se sonrojó y apartó la vista. Pero pronto se dio cuenta, volvió la cabeza, y ahí, en medio, lo besó.

Se sorprendió cuando él le siguió el beso y se confesó.

- ¡Yupi papá! ¡Esto es muy divertido!

Franky paró, miró a la pequeña con los ojos lagrimosos.

- Me ha llamado papá. ¿Habéis escuchado eso? ¡Soy su papá!

Todos sonrieron ante la escena.

Gigi no lo entendió, pero siguió queriendo a su nuevo padre.

Y Franky a su nueva familia.