Killer - hablar

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– Portgas D. Ace, disfruta tu visita en Impel Down. Será lo último que veas antes de morir.

El carcelero se fue riéndose.

El pecoso gruñó.

– Así que te han pillado, no me lo esperaba de tí, hijo de Shirohigue.

– Ni yo de tí Jinbei, y aquí estas. No te preocupes Ace, al menos tu muerte tarda menos que otros. Nosotros tenemos que esperar.

El ex-shichibukai se aclaró la garganta – ¿A eso lo llamas ánimos?

– Supongo.

– ¿Y cómo es que estás aquí comandante?

– ¿Sueles ser siempre así de habladora?

– Sólo cuando está despierta – contestó otro prisionero.

– En realidad amáis mi forma de ser, pero no queréis admitirlo.

Ace la miró por primera vez. Se aclaró la garganta, esa chica le sonaba bastante. Pero no sabía de qué.

Tn demostró ser tan habladora como los otros decían.

Todos querían que se callara, y lo hizo, cuando desapareció.

No sabían cómo había pasado, pero ella ya no estaba. A eso se le solía conocer como los prisioneros que se les llevaba a las puertas del infierno.

Ace ya no sabía que era peor, su ejecución o el destino de la misteriosa muchacha que quería recordar.

Pero en realidad, ella estaba muy bien. Bastante bien.

– Ya no sé si me gusta más ser mujer o hombre. Por cierto, he oído que ha venido Hancock. ¿Puedo verla? Verás, es mi emperatriz, mi capitana por así decirlo. Y quería saber si...

– No, saldrás con nosotros cuando nos toque. Ahora, come tranquila Tn-girl.

– ¡Claro que sí Iva-sama! – pero pronto se quedó dormida y todos se asustaron. El okama se rió divertido por la situación.

Más tarde, la chica se encontraba celebrando con su nuevo amigo, Bon-chan. Le tomó tanto cariño que lloraron juntos por la vida de mugui-chan, aunque ella no lo conociera.

Y cuando lo hizo, el pequeño monito no paraba de saltar de energía, dispuesto a salvar a su hermano Ace. Ella, naturalmente, se unió.

Cuando la guerra empezó en Marineford, no hubo oportunidad para negarse.

En cuanto vio a Akainu con el puño de lava, usó todos sus poderes para levantar un muro de roca entre los hermanos y el almirante.

El almirante la vio y se enfadó.

– ¡Gold D. Tn! ¡Tú deberías estar muerta!

– ¡Lo mismo digo almirante!

Ace y Luffy la miraron sorprendidos. Ella estaba enfadada con todos los marines.

Akainu fue hacia ella, pero los hermanos corrieron hacia ella. Los tres alineados.

– Si te metas con ella, te metes con nosotros.

– Y conmigo – el vice-almirante se puso delante de los tres.

– Abuelo – murmuraron Luffy y Ace a la vez.

Tn volvió a levantar un muro de piedra entre el almirante y ellos.

– ¡Rápido! ¡Debéis huir de aquí enseguida!

– Tú también – Garp se giró hacia ella.

– Jamás, estoy aquí defendiendo a mi hermano, no pienso dejarlo tal cual.

ONE PIECE - ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora