Corazón - su profesora

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Todos los niños ya se habían ido con sus familiares, sólo quedaba el moreno. 

- Oye Law, ¿qué tal si me hablas de lo que quieres ser de mayor?

- Cirujano. Me gusta destripar a la gente y repararlos como yo quiera. 

Ella sonrió dulcemente, y eso a él lo agradó, de alguna manera. 

- Parece un trabajo muy duro, y son muchos años de estudio. ¿Estarás preparado para eso? - le tocó la nariz con cariño.

- Quiero hacer a mi padre Cora-san orgulloso.

- Eso está muy bien Law. Vaya, parece que hoy lloverá, y nadie ha venido a por tí. ¿Quieres que te lleve yo?

- Doflamingo dice que nunca me vaya con extraños.

- Bueno, pero soy tu profesora, y...

- ¡Estoy aquí! - de pronto, una bola de plumas negras empezó a rodar en llamas hasta la entrada. Se levantó enseguida y con una sonrisa dijo - Siento el retraso, he salido antes de casa, pero me es imposible llegar a tiempo. 

- Él es mi papá Cora-san - presentó Law ante la confusión de ella.

- Lo veo un poco quemado - el rubio se miró y luego se rió del chiste. 

- No se preocupe. Soy el papá de Law, ¿y usted es?

- Su profesora, Tn.

- Es un placer - le tomó la mano y la besó con delicadeza antes de mirarla y sonreír. 

- No hace falta que haga eso - ella sonrió nerviosa. - Bien, Law, pasa un buen fin de semana, ¿está bien? 

- Gracias profesora. Adiós. - ella vio como el pequeño le echaba la bronca al rubio y sonrió. 

Entró dispuesta a irse, mientras, el rubio encendió un cigarrillo y volvió a darle la mano a su pequeño.

- ¿Esa es tu profesora? 

- Sí, te lo ha dicho ella.

- ¿Sabes? A partir de ahora puede que venga a recogerte más a menudo.

- ¿Y qué pasa con los demás? 

- Bueno, los sirvientes pueden seguir recogiéndolos del colegio. Pero a tí te recogeré yo, eres mi hijo. ¿Te parece mal?

- Me parece estúpido, no me digas que te has enamorado de mi profesora.

- ¿Yo? N...no. Qué tontería. Cuéntame qué tal tu día. 

- No. Ahora sólo querrás saber sobre mi profesora, y no quiero que te guste. No quiero que sea mi madre. 

- ¿Por qué? Es una buena chica.

- ¡Pero no lo admitas tan a la ligera! Ya sé que es muy buena, y se preocupa mucho por mí, pero eso no justifica que no me guste como madre. 

- Claro...

El sábado, mientras los niños se quedaban en la mansión Donquixote, los hermanos salieron a una reunión de negocios. 

Al ser un éxito, Doflamingo salió de fiesta, pero Corazón decidió salir a por algo de cena para los niños y él, y de paso dar una vuelta con el coche. 

En un momento, la reconoció, y por su cara, no parecía que lo estuviera pasando bien. 

Temblaba, llevaba un vestido blanco con corazones rojos en la parte de la falda, y unos tacones rojos a juego. Una rebeca por encima de los hombros, el maquillaje corrido por toda la cara.

- Señorita Tn, ¿quiere que la baje a su casa? Hace fresco - ella se giró asustada hasta que vio al hombre a través de la vetanilla bajada del coche. 

ONE PIECE - ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora