La chica llegó dando saltos en el suelo, y cuando al final aterrizó, se tocó el culo.
– Me ha dolido. He de decirlo. Uy, he llegado a un castillo. Iré a ver.
Se levantó y fue a ver. Pero al llegar, no se esperaba el castillo habitado.
– ¡Deberías ser más agradecido! ¡Yo te salvé!
– Eres molesta.
Enseguida, un peliverde y una pelirrosa estaban frente a ella, enfrentados entre sí.
– Oye, no creo que haga falta discutir. Podríais llegar a un acuerdo, así de tranquilos.
Los dos se giraron asustados. – ¿Y tú quién eres?
– Tn, me llamo Tn. ¿Y vosotros? ¿Vivís aquí? No parecéis una pareja, a no ser que tengáis cincuenta años y os conservéis muy bien.
– ¡No somos pareja! – los dos se alejaron rápidamente.
– ¿Cómo es que estáis aquí?
– Kuma – contestaron ambos.
– ¡Yo también! Estaba en Marineford protegiendo a un tal Ace, y a muguiwara, y ese maldito llegó y me mandó aquí. Debo volver.
– ¿Luffy? ¿Has estado con Luffy? ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? – el peliverde se acercó corriendo a la chica.
– Sí, sí. Akainu casi se los carga, pero están bien. Bastante bien creo. Espero que puedan sin mí.
– No hace falta que vuelvas, todo ha terminado.
Zoro abrió los ojos – ¿Mi...Mihawk?
– Oh, el shichibukai. ¡Hola! Ellos son... no me sé vuestros nombres chicos.
– Él es Zoro, y yo Peronna. Tú eres Tn.
– La chica ya lo ha dicho todo. – la mayor asintió.
– Maldito Kuma. – gruñó el espadachín antes de irse.
Pero el pobre Mihawk tuvo que aguantarse y quedarse con los tres en su castillo.
Al principio no los aguantaba, hasta que la cosa se ponía seria.
– Entréname, por favor – Zoro se puso de rodillas delante del shichibukai.
Tn y Peronna se juntaron para ver la escena. Tn era mucho más mayor que Peronna, pero ambas eran igual de inmaduras.
Los cuatro no perdieron el tiempo, y entrenaban para ser más fuertes, pero, a medida que pasaba el tiempo, parecía que los sentimientos se confundían.
– Esta katana parece ser una de las más legendarias, me pregunto dónde estará.
– ¿Otra vez hablando de katanas? Cansas, cállate de una vez. – se quejó Peronna.
– Al menos no intento bajarle los ánimos a nadie.
– ¡Sólo fue una vez! – ambos empezaron a pelear en el sofá.
Mihawk tomó un sorbo de su taza pero no levantó la vista del libro, hasta que ella soltó una leve risa que le llamó la atención.
– Vuestras peleas son muy divertidas, aunque me gustaría que os intentarais llevar bien.
Los dos pararon y miraron a Tn.
– Lo sentimos Tn.
– Así me gusta. ¿Qué tal si jugamos a un juego de mesa los cuatro?
– No contéis conmigo – avisó Mihawk.
– Vamos, será divertido. Sólo un rato.
– Vas a insistir hasta que acepte, ¿verdad?
ESTÁS LEYENDO
ONE PIECE - ONE SHOTS
Hayran KurguOne Shots de personajes de One Piece x lectora (a no ser que haya pedidos con el nombre a pedir)