ONE PIECE - ONE SHOTS

Law - Familia

Las ocho amigas tomaban el té mientras escuchaban, charlaban y reían entre ellas.

El cocinero se acercaba de vez en cuando con una gran sonrisa preguntando si necesitaban algo.

– Ya, pero ser madre no me favorece. No sé. Además, siento que sería igual que Luffy. Y, odio eso. No me malinterpretéis, lo amo, pero es peor que un crío pequeño. Hasta el pequeño Rocinante se comporta mejor que él. Y eso que Luffy ya es un adulto.

– A mí me haría muy feliz tener hijos que se parezcan a Sanji en el ámbito caballeresco. Nada más.

– Por favor, yo sé que no soy de lo mejor, pero me tienta más que se parezcan a mí que a Sabo.

– Y ni hablar de Ace.

– Si tan sólo Koza no fuera tan revolucionario, dejaría que se pareciese a él.

– Olvia es igual que Franky, aunque también le gusta leer, y sabe comportarse en público.

– Kuina no para de decir que le gustaría ser igual de fuerte que su padre, pero me da miedo cuando toma una katana. Las de madera me dan igual, pero en cuanto pasa al campo de entrenamiento, y ve a su padre con las reales, tiene que tomarlas ella también. Maldito Roronoa.

– ¿Y tú Tn? ¿Qué tal con el pequeño Corazón? Siendo hijo de Law y tuyo, seguro que se comporta muy bien.

– A veces me gustaría que tus hermanos se parecieran a tí, sobre todo Ace.

– Gracias Isca, pero tampoco soy tan genial. Law aún sigue sin soportarme a veces.

– Tn siempre ha sido muy alocada, pero tiene más neuronas que esos tres – comentó Nami.

Boa sonrió – A veces me parece imposible que os hayáis criado juntos los tres.

– Oye, que no estábamos hablando de mí.

Sanji se acercó con una leve sonrisa y la bandeja en la mano – ¿Necesitáis algo señoritas?

– Sí, Nami te pide un hijo – bromeó Vivi.

– ¡Vivi! – Nami estaba muy roja y Sanji a sus pies.

– Cuando quieras cariño mío.

– Tn, Tashigui, son las seis casi. – informó Robin.

– Es verdad, los peques. – Tashigui se levantó antes de ajustarse las gafas.

Seguro que han salido de inglés muy felices por algún juego nuevo. – comentó Tn.

– ¿Os váis ya? – preguntó Koala. Tn asintió – Podríais volver después, nos quedaremos un rato más, y seguro que tiene ganas de tomar algo.

– Prepararé algo para mis sobrinas favoritas. – Sanji se levantó.

– Sanji, Rocinante sigue siendo tu sobrina quieras o no. Es hijo de Tn también – le regañó Nami.

– Claro que sí Nami-swaan, lo sé. Tres batidos de fruta fresca en camino.

– Gracias Sanji – Tashigui se ajustó las gafas antes de tomar su chaqueta.

Las tres salieron muy abrigadas por el frío.

Llegaron a la academia de inglés de sus hijas y esperaron hablando.

Los niños salieron corriendo, Olvia en cabeza, Kuina tras ella. Rocinante se reía de su pequeña rivalidad mientras corrían.

– No corráis tanto, podéis caeros y haceros daño – les regañó Tashigui.

– ¡He ganado mamá! – celebró la pequeña peliazul.