CAPITULO 2

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*Hailee en multimedia*

HAILEE POV

Abro mis ojos y los cierro inmediatamente, me mata la cabeza es como si me hubiera tomado 2 botellas de tequila yo sola, no recuerdo bien lo que paso, imagino que fue una muy buena noche. suspiro poniendo mi antebrazo sobre mis ojos tratando de recordar lo que paso; me siento rápidamente con los ojos muy abiertos en la cama, con las imágenes llegando a mi cabeza como puñetazos y es cuando entiendo que estoy secuestrada.

Ok, tranquilízate Hailee por lo menos no estas en una mazmorra oscura y siendo golpeada, estas en una habitación de lujo, no te han tocado ni maltratado; que tantos años de estudio valgan la pena. Escucho pasos dubitativos fuera de la habitación he inmediatamente vuelvo a recostarme, preparándome para sobre llevar la situación.

Se abre ligeramente la puerta revelando a el hombre super caliente de la playa, cuando ve que estoy despierta entra totalmente a la habitación sin decir ni una palabra.

- Hola – tomo la iniciativa y hablo primero lo que al parecer le sorprende - ¿Cómo te llamas?

- Maximiliano – dice con duda en su mirada

- Podrías regalarme agua Max – abre los ojos, sorprendido – ¿puedo decirte Max? – no me responde, así que vuelvo a intentarlo – es que tengo la boca seca

- Claro... claro perdón – lo veo acercarse a una mesa cerca de la ventana en donde hay una jarra de agua – aquí tienes.

Tomo el vaso que me ofrece mirándolo fijamente, el no baja la mirada es mas creo que hasta la intensifica; bebo el agua (porque lo de la boca seca era cierto) bajo su intensa mirada, que no hace mucho en mí, tanto tiempo trabajando con pacientes psicóticos debe de servir de algo.

- Tú me trajiste aquí ¿cierto? – trato que mi voz suene dulce pero firme, el solo asiente - ¿puedo saber por qué?

- Es complicado – se sienta en una silla junto a la cama – no lo entenderías

- Explícalo entonces – suspira – creo que me merezco saber por qué estoy aquí.

- Si te lo digo vas a gritar creyendo que estoy loco.... Y vas a querer irte.

- Eso no va a pasar – le digo convencida – lo prometo

Algo en mi mirada parece darle seguridad, por lo que suspira acomodándose ligeramente en la silla.

- ¿Qué sabes de los hombres lobo? – lucho para no fruncir el ceño y mantener la mente abierta para cualquiera que sea su trastornó.

- Ammm no mucho, lo general creo – me mira como pidiéndome seguir – se que hay un alfa, un beta y los omegas, que se convierten en lobos y ya – me encojo de hombros.

- Bueno pues yo soy un... lobo – dice tímidamente – un alfa, para ser más preciso.

- Ok – digo tranquilamente, sorprendiéndolo – pero y eso ¿Qué tiene que ver conmigo?

- ¿me crees?

- Te creo – "creo, que tu de verdad crees que eres uno"

- ¿sabes que es la luna de la manada? – niego, luego de pensarlo un poco – bueno ella es la "esposa" del alfa... y pues tu eres la luna de mi manada.

- Déjame ver si entendí bien – digo respirando profundo – tu crees que yo soy o seré tu esposa ¿cierto? – asiente – y por eso me secuestraste.

- Si, bueno en cuanto a eso quiero disculparme contigo – trata de tomar mi mano, se lo permito ya que necesito ganarme su confianza si es que quiero salir de aquí - perdí el control y no medí las consecuencias.

DIVIDIDA: entre el deseo y lo ¿correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora