CAPITULO 7

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*Alexey en multimedia*

ALEXEY

Casi un milenio y aun no encuentro a mi pareja, a mi tua cantante. No sé qué es eso tan malo que pude haber hecho como para que la diosa no me bendiga con ella, pero lo que sea que haya hecho, creo mil años ya debieron de haberlo saldado. He tenido una vida larga llena de sangre y guerra, pero sobre todo de soledad; todo mejoro cuando encontré a esos traviesos hermanos, pero ni ellos, ni las cientos de amantes que he tenido han sido capaces de llenar este vacío en mi interior.

Estoy en mi despacho bebiendo, mientras reviso unos papeles; hace ya más de 3 horas que mande a Ruth a buscar a su hermano. Ella es ligeramente más sensata y responsable que Artur. Estaba por llamarles, cuando los escucho venir en el pasillo peleando y riendo... tan típico en ellos.

- Que me buscaba mi rey – dice Artur apenas entrando sin tocar con ese tono sarcástico que lo caracteriza.

- Donde estabas Artur – cruzo mis manos sobre los codos en mi escritorio – y quiero la verdad

- Fui dar un paseo por el bosque – dice encogiéndose de hombros a la vez que se sienta frente a mí, Ruth toma asiento a su lado.

- En qué parte del bosque exactamente – preguntó, previendo el desastre que pudo haber armado

- Ya dile lo que hiciste – le dice su hermana con una sonrisa, él bufa antes de responder.

- Ok, fui a los límites de la manada del simpático de Maximiliano – cierro los ojos tratando de mantener el control y no matar a este niño estúpido – antes de que te enojes y me grites

- Oh, quiero hacer mucho más que gritarte Artur – se asusta un poco.

- Nunca crucé, siempre me mantuve en el límite aun cuando quería acercarme y tocar a... – se queda callado al ver que hablo de mas

- ¿tocar a quién? – pregunto curioso

- A nadie en particular, solo tenía curiosidad – dice creyendo que soy estúpido

- Di la verdad hermanito – palmea su espalda, pero el retrocede molesto

- Cuando estaba recorriendo la frontera...yo vi...a una mujer nadando – dice tropezando con las palabras, lo que hizo debió ser grave – que resulto ser la luna Max.

- Pero ¿Cómo? La luna de Maximiliano murió hace más de un siglo

Recuerdo eso porque casi nos llevó a la guerra con los lobos ya que el insistía en que habíamos sido nosotros, cosa que era mentira.

- Parece que encontró a otra – genial Max lleva dos mates y yo ni una ¿Qué quieres de mi diosa? – el punto es que me acerque a ella.

- No le hiciste nada ¿verdad?

- Claro que no – dice ofendido – porque todos me preguntan eso

- ¿Y que más paso?

- Ella nos dijo que la manada no tenía intención de atacarnos – frunzo el ceño

- Y ¿Qué te hace pensar que fue honesta? – él me sonríe emocionado, igual que Ruth.

- Porque lo fue – lo miro incrédulo – ella es diferente, debiste conocerla es... sínica pero divertida, inteligente, amable, libertina; mejor dicho, es como si Max te tuviera a ti como mate solo que en mujer – miro a Ruth para saber si no está exagerando.

- Lo dice enserio, es más te puedo firmar donde quieras que ella le sacara canas verdes a Max – se acomoda mejor en su asiento – por cierto, le deje mi celular, le dije que solo respondiera si era Artur o tu.

DIVIDIDA: entre el deseo y lo ¿correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora