CAPITULO 8

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*Beliar en multimedia*

HAILEE

Estábamos Ethan y yo en la sala viendo una película, sentados más lejos de lo que mi cuerpo pedía, pero como dijo, teníamos que mantener las apariencias. Me explico que no podíamos confiar en nadie, porque no sabíamos quién podía irle con el rumor a Max; de hecho, Ethan me había dado supresores para ocultar el olor de el en mi cuerpo.

- Ya llego – me avisa Ethan poniéndose más derecho, yo en cambio seguí en mí misma posición (casi acostada).

Entra Max a la casa y apenas ve la escena de nosotros, frunce el ceño; no le doy importancia y sigo viendo la película, eso pareció extrañar más a Max, pues no lo salude como siempre, pero había una especie de fuerza que me hacía no quererme acercar a él.

- ¿todavía te sientes mal? – dice sentándose a mi lado después de hacer que Ethan se levantara.

- Si – digo fría, pues me molesto como trato a Ethan.

- Puedo pedirle a Isa que te prepare algo para el malestar – dice tratando de tomar mi mano, pero no lo permito, en mi mente solo está "ISA"

- A esa mujer no le aceptaría ni agua – digo molesta.

- ¿Qué tienes? Estas muy agresiva – dice extrañado pero molesto a la vez.

- Me siento mal Maximiliano – digo poniéndome de pie – y mejor me voy a dormir

- Espera – me detiene – necesito decirte algo, bueno a los dos.

Me paralizo por un segundo pensando en que tal vez se dio cuenta de lo que paso entre nosotros, trato de reponerme lo antes posible y camino de nuevo hacia el sillón; Max me pide que me siente en sus piernas, pero lo ignoro sentándome en el descansa brazos.

- Que quieres decirnos – pregunta Ethan.

- Hace rato llego una "invitación" a una reunión con los lideres

- ¿Quién la convoca? – le pregunta Ethan extrañado

- Beliar – se miran extraños, como si supieran algo que yo no.

- ¿Quién es Beliar? – Max no responde y solo desvía la mirada.

- Es el príncipe, casi rey de los demonios – me dice Ethan, me sorprende un poco ya que de entre todas las especies que creí que existían no consideré a los demonios.

- ¿Cuándo nos vamos? – pregunta Ethan he inmediatamente lo miro asustada, no quiero alejarme de él.

- ¿Me voy a quedar sola? – miro a Ethan y pregunto con pánico en la voz.

- Claro que no, tú vas con nosotros – me dice tratando de calmarme.

- No, ella no va – se instala en el rostro de Ethan el pánico apenas Max dice eso – ni tu tampoco.

- ¿Por qué? Es una reunión oficial y la tradición es que los lideres vayan con su pareja y comitiva.

- Hace un siglo que no había una reunión como estas y no me gusta nada, no puedo dejar a la manada desprotegida, podría ser una trampa.

Max podría ser todo lo que yo quisiera, pero si de algo estaba completamente segura, era de que sería capaz de dar su vida por la manada, por aquellos que ama a los que considera familia; eso es lo único que me da culpa por lo que tenemos Ethan y yo. Decido mejorar un poco mi actitud con él.

- ¿Cuándo te vas? – pregunte tranquila, intentando una sonrisa.

- Mañana al amanecer, salimos Isa y yo – hasta ahí... hasta ahí llego mi intento de sonrisa.

DIVIDIDA: entre el deseo y lo ¿correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora