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Ꮺ ָ࣪ capítulo 22 𓂃

Enfermeras, doctores, pacientes y los familiares de estos entraban y salían del lujoso hospital; nadie le prestaba atención a él, pero tampoco la exigía. Tenía tantas cosas en qué pensar y preocuparse, ni siquiera el ruido de las ambulancias entrando y saliendo lograban molestarlo.

Si su hermano supiera en las condiciones en las que se encontraba, seguro estaría decepcionado, y justo eso buscaba evitar, ser una vergüenza para su hermano. Si lo pensaba bien y lo miraba desde otra perspectiva, su esfuerzo era algo de admirar, pero no lo suficiente como para orgullecer al mayor.

Tan sumido se encontraba divagando que no fue capaz de percatarse de la llegada de su novio, quien tenía alrededor de 2 minutos hablándole.

–¡JEONGIN! – Gritó el de ojos gatunos pellizcando uno de los mofles contrarios y sentándose a la par del menor.

–Hey.

Con un puchero formado por sus rellenitos labios, frota la mejilla dañada, causando que a su pobre novio le diera un ataque por tanta dulzura y ternura en un solo ser.

–Perdón, pero llevaba mucho tiempo intentando llamar tu atención.

–Aja. – Dijo sin deshacer su puchero. –¿Qué haces aquí?

–Mi primo Haechan me dijo que ayer nacieron tus sobrinos. – Respondió con una media sonrisa. –Esperaba que tú me lo dijeras, pero no has contestado mis mensajes desde hace días.

–Sobre eso. – Rascó su nuca con nerviosismo. –Lo rompí. – Mintió.

Le daba vergüenza decirle a su novio que vendió su celular al novio de Jisung que era amigo de Hyunjin, y todo porque necesitaba dinero para comprar unos libros para el colegio.

Hyunjin asintió comprendiendo. –Estaba preocupado por ti. Ya sabes, con todo el asunto de tu hermano y tus sobrinos pensé que no tendrías tiempo para hablar.

–No lo tengo. – Susurró jugando con sus deditos. –Estoy trabajando en la cafetería de la escuela. – Dijo en voz baja rogando que el mayor no lo escuchara, pero al parecer si lo oyó.

–¿Por qué?

Jeongin se encogió de hombros evitando mirar al pálido. –Necesito dinero. Mis libros y la ficha mensual del colegio no se pagan solos.

–Pues no, pero no entiendo tu necesidad. – El mayor frunció el ceño confundido. –Tu hermano es rico y...

–Mi hermano no es rico. – Aclaró. –Su novio lo es y por ende sus hijos, pero yo no.

–¿Y cómo es que sobrevivías? Supongo que Jaemin trabajaba antes, pero cuando se embarazó...

–Jeno le pagó a Nana por su vientre y dentro del contrato se acordó darle un lugar digno para vivir, por eso estábamos en el departamento. – Explicó sin mirarlo. –Cuando se hicieron novios dejaron a un lado el contrato y Jeno se encargaba de todo lo necesario para Nana.

–¿Y tú?

–A eso voy. – Suspiró con tristeza al recordar el sacrificio que hacía su hermano por él. –Con el dinero que le pagó Jeno me compraba mis cosas y pagaba la ficha del colegio, además de que tenía dinero ahorrado.

–Por eso ahora tienes que trabajar, ¿no?

Jeongin asintió dándole por fin la cara. –Creí que Nono cuidaría de mí, pero no fue así. Las pocas veces que lo veo es aquí en el hospital; sin embargo, por mi trabajo no puedo estar a diario aquí.

–Jeongin, debes hablar con él y pedirle que te ayude, al menos hasta que tu hermano despierte.

El ahora pelinegro negó repetidas veces.