Ꮺ ָ࣪ capítulo 2O 𓂃

1.3K 122 16
                                    

Gracias a que el doctor había autorizado las visitas por un corto tiempo, Haechan estaba terminando de acomodarse la mascarilla, pues ya tenía puesto el resto de la vestimenta quirúrgica desechable. Los doctores trataban de cuidar al máximo del paciente, ya que uno de los riesgos principales durante un coma esa una infección pulmonar por no toser o algún virus en el aire. 

Una vez listo, entró a la habitación con la ayuda de una enfermera que salió al instante para darle privacidad. Con un nudo en garganta y los ojos cristalinos se acercó hasta Jaemin; sus dedos temblorosos acariciaron los rubios cabellos del menor que estaban más largos de lo habitual. Acercó una silla hasta la cama para sentarse y, según él, Jaemin lo escuchara mejor.   

–Ya es hora de que despiertes, flojo. – Dijo reprimiendo su llanto. Nunca había tenido tantas ganas de verlo despierto y riendo sin razón alguna. –¿¡No crees que ya has dormido lo suficiente!?   

Con sumo cuidado sujetó la mano del rubio, a pesar de los guantes que tenía podía sentir lo fría que estaba su piel, entrelazó sus pequeños dedos con los largos y delgados de Jaemin; su corazón dolió a un más al no sentir ninguna presión por parte del otro.    

–Te extraño... Extraño hablar, discutir, incluso cocinar, aunque tú solo te dediques a quemar todo y a comer lo poco que sobrevive. – Del bolsillo de su pantalón sacó un anillo previamente desinfectado colocándolo en uno de sus largos dedos   

–Ayer fui con Mark a escoger nuestros anillos de compromisos y vi este... Lo compré pensando en lo bien que combina con tu corona. Pedí que le pusieran la fecha en que nos conocimos y, como me conozco bien... No pienso decírtelo cuando despiertes, así que más te vale que tú mismo lo recuerdes, bueno en el caso de que logres escucharme.   

Silencio. Estaba tan acostumbrado a que Jaemin siempre le respondiera con el fin de llevarle la contraria o simplemente para discutir, que sus lágrimas no tardaron en salir humedeciendo sus mejillas. Los últimos cinco minutos restantes se dedicó a llorar en silencio acariciando la mano de su pequeño con tanta delicadeza con miedo de romperlo.    

Tristemente su tiempo de visita había terminado; se puso de pie acercándose un poco más para besar su cabeza. –Adiós, bello durmiente... No te preocupes por tu novio que Chenle y yo lo cuidaremos. – Susurró dejando otro beso, pero esta vez en su frente.

! ׅ diseñando tu bebé ׅ nomin ׅ

Mark caminó hasta su novio que veía, ya con su ropa normal puesta, limpiando sus lágrimas con la manga de su suéter. Lo abrazó permitiendo que escondiera su rostro en su pecho mientras él sobaba su espalda trasmitiéndole consuelo.  

–¡Ese idiota no despierta, Mark! – Dijo con coraje aferrándose al abrigo del canadiense. –¿¡Quién se cree para hacerme sufrir así!? ¡LO EXTRAÑO TANTO!   

–Tranquilo, Hae. Nana necesita tiempo para recuperarse...   

–Él está bien. Lo está... – Susurró intentando convencerse a sí mismo. –Sólo le gusta mucho dormir y...y quiere llamar la atención.   

Lee no tenía idea de cómo poder ayudar a su novio, sabía de sobra lo mucho que lo quería y podía jurar que más que a él, pero no le molestaba, entendía que Haechan prácticamente lo había adoptado como su hijo, sí, su hijo, a tal punto que el día en que se comprometieron, le dejó en claro que si necesitaba estar con su pequeño (como él lo llamaba) no iba a detenerse por él.   

Aunque al principio le pareció gracioso, tiempo después se dio cuenta que no mentía. Pues cuando se enteraron de la amenaza de aborto casi lo dejó abandonado en la ciudad en donde vivían sus padres y, de no ser porque tuvo que regresar para quitarle las llaves del carro, lo hubiera dejado en el supermercado donde habían ido por las cosas de la cena.   

! ׅ࣪ diseñando tu bebé ׅ ࣪ nomin ✶ ~ ࣪ ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora