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Ꮺ ָ࣪ capítulo final parte O2 𓂃

Después de hablar con Taeyong, Jae se sentía un poco más confiado, pero bastante ansioso por hablar con Jeno. Para su mala fortuna, su cachorrito no fue a la hora del almuerzo y faltaba mucho para la cena. Trató de distraerse leyendo una revista de moda, tenía la ventaja de que sus pequeños no lo aburrían y menos ahora que parecían muy interesados en caminar y hablar; no paraban de correr de un sillón a otro mientras intercambiaban inentendibles palabras en una extraña conversación, al menos para Jaemin, entre los tres.   

El reloj marcaba las cinco y media cuando la musculosa silueta de Jeno apareció en el umbral de la sala con una montaña razonable de carpetas, pues el mayor había decidido llevar su trabajo a casa y poder pasar más tiempo con sus personas favoritas.  

–Cao~ito, ito. – Los tres lindos bebés gritaban a coro hacia donde estaba su papá.   

Jaemin reprimió una risa al entender cómo se supone que los niños llamaban a Jeno. El pelinegro frunció su ceño, le dio las carpetas al mayordomo (sí, en el corto tiempo que Jaemin se había ido, Jeno multiplicó el personal) para poder cargar por turnos a sus bebés.  

–Hola, mis pequeños príncipes. – Saludó a cada uno besando sus mejillas.  

Tae se puso en cuclillas y dio un pequeño saltito para después gritar. –Cao~ito. – Con sus bracitos simuló un par de orejas.  

Na no resistió más y se echó a reír bajo la atenta mirada de Jeno, pues él no entendía el comportamiento de sus bebés, mucho menos la risa del amor de su vida.  

–¿Puedo saber qué es gracioso? – Caminó con Mini, en brazos, siendo abrazado de la pierna por Hyeongjun y seguido por Tae corriendo a cuatro patas.  

–¿En serio? – Dejó de reír para poder hablar mejor. –¿No entiendes lo que tratan de decirte?   

Jeno miró a cada trillizo y negó con una ceja enarcada  

–No, y me gustaría que tuvieras la amabilidad de explicarme.   

Nana asintió aun con su ataque de risa

–Como los niños ya dicen mami, yo~ yo intenté. – Volvió a reírse provocando que Jeno resoplara. –Intenté que dijeran papá o papi, pero no... Simplemente no querían, así que se me ocurrió intentar con algo diferente y, ¿qué crees?   

–¿Qué?  

–Pues funcionó. Ahora ellos te llaman cachorrito. – Dijo con una risita, tan linda que hizo sonreír como bobo al pobre Jeno. –Taeyoung está corriendo como tú... 

–¡Ay, mi amor! Si no te amara~ Pero bueno. – Dijo encogiéndose de hombros. –Es lindo porque tú me pusiste el apodo de cachorro, y desde que estaban en tu vientre los llamas así.  

–¡Hey! Los últimos días eran conejitos. – Cruzó sus brazos haciendo un puchero. –No viniste a comer...  

Lee suspiró sentándose en el sofá doble. –Lo siento, tenía que resolver unos problemitas, pero vine ahora, aunque con mi trabajo, y no regresaré a la empresa hasta mañana. 

–Bien, porque debo hablar contigo.   

–¿Aquí? ¿Con ellos presentes? – Bajó al rubiecito para que se uniera con los demás, Jaemin asintió mirándolo directo a los ojos. –Bien, ¿de qué quieres hablar?   

Sentándose recto y con una mirada inexpresiva, dijo. –Sobre nosotros... ¿Cuál es la posición de cada uno? Nuestra relación, sea buena o mala, afecta a nuestros hijos porque, a pesar de todo~ Tú querías tener hijos como padre soltero, pero las cosas cambiaron, y de una u otra forma, los niños tienen mi apellido al igual que mis genes.