Ꮺ ָ࣪ capítulo 3O 𓂃

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Sus dedos hacían su mejor esfuerzo para que el saco estuviera cerrado, pero no era suficiente, se había equivocado. No era del todo su culpa, Haechan había llegado hace cuatro días a gritarle que necesitaba el traje para la boda.    

Mark decidió que era necesario casarse dentro de tres semanas, pues los señores Lee tendrían un viaje bastante largo sin fecha definida de regreso, y él no quería que faltaran a la boda, por lo que la adelantó.  

–No. Definitivamente no cierra. – Exclamó frustrado sentándose en el firme suelo de mármol.    

–¿¡Cómo que no!? ¡Lo necesito en tres semanas!  

–Lo siento, Hae. No es mi culpa. – Encogió los hombros. –Recuerdo perfectamente haber tomado las medidas correctas. – Mintió.   

–¿Qué insinúas? – Dijo entrecerrando los ojos.    

Jaemin se levantó haciendo un puchero.   

–Quizás, no sé. Tal vez alguien tiene planeado otro pajecito para la boda.   

Chenle y Şahika comenzaron a reír por la cara de estupefacción de Haechan.   

–¡YO NO ESTOY EMBARAZADO! – Gritó quitándose el saco y lanzándolo hacia la mesa. –¡No puedo estarlo! ¿Verdad?  

Jae se mordió el labio inferior para no reír y asintió. –A menos que tengas el mismo organismo que yo, no lo creo.

–No puede ser... – Habló entre susurros.    

Con sus pequeñas manos cubrió su rostro. Lentamente tomó asiento en una de las sillas del comedor-taller de Jaemin.    

–Solo estaba jugando, Hyuckie.    

Jaemin decidió hablar cuando vio la aflicción de su mayor. No quería arruinarle su ánimo por una broma como esa. 

–Tranquilo. – Dijo sin despegar su vista del suelo.    

Los rubios intercambiaron miradas preocupadas, pero desapareció en cuanto Jaemin les explicó con señas que él se encargaría.    

–Tuve un pequeño error con las medidas. Lo hice tan rápido como pude y por eso pasó. – Habló agachándose a la estura del castaño. –No quería que te enojaras conmigo por equivocarme, por eso te hice la broma.  

–Eres un tonto.    

Para sorpresa de los demás, Haechan no parecía molesto, incluso se estaba riendo. Sin duda los nervios por la boda lo tenían con los sentimientos confusos.   

–Bueno. – Un carraspeo por parte de Chenle llamó la atención. –Tenemos que ir a ver el lugar para la fiesta y después iremos a recorrer las zapaterías.

–Es cierto. Tenemos cita en media hora. – El blanquecino se puso de pie en automático causando que Jaemin cayera sentado.    

–Yo no iré. Tengo que arreglar el traje. – Sacudiéndose el trasero caminó tras Haechan para recibir la ropa. –Pero me envían fotos de los zapatos que elijan.    

El rubio asintió con una sonrisa. –Apúrate a quitarte el traje, Hyuckie. No quiero llegar tarde.   

–YA VOY.

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Como no tenía ninguna oficina en la boutique de Sungchan, ya que solo iba cuando había alguna reunión, pero no se quedaba por mucho tiempo. Todo su trabajo lo enviaba por correo o lo llevaba personalmente, esto solo en algunas ocasiones.   

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