Trátame suavemente | Julián Álvarez

6. i hate u i love u

Mar

El viernes había sido tedioso como siempre, pero ya había llegado el tan anhelado fin de semana.
Estaba súper cansada y con la cabeza quemadísima de tanto practicar y practicar. No quería ver una partitura en los próximos siglos y me dolían los dedos una banda.

También extrañaba a Julián. Mucho.
Hacia una semana que fue la última vez que pudimos estar a solas y en esta semana prácticamente no lo vi. Encima ayer le escribí y ni me respondió, lo que es rarísimo porque mantenemos conversaciones muy fluidas por mensaje.

Por eso estaba yendo a verlo. Me daba una mala espina que no me conteste, capaz le había pasado algo. Le pregunté a Enzo pero es re colgado, te puede llegar a responder el año que viene.

El portero me abrió cuando me vio por el portón de vidrio porque ya me conocía, así que subí directamente al último piso.

Era la hora de la merienda así que traje conmigo un budín de zanahoria que hice, no es por nada, pero es mi especialidad y a él le encanta, así que lo podíamos tomar con unos mates.

Toqué un par de veces la puerta y no atendía. Raro... A esta hora yo sé que ya está en su casa.
Esperé un rato, ya que capaz estaba en el baño o algo, y volví a tocar.

Nada.

Bueno. Ahora sí me estoy preocupando.

Estaba por llamarlo por teléfono cuando las puertas del ascensor se abrieron y lo ví salir. Sonreí.

Cuando ví que estaba acompañado dejé de sonreír.

Su cara se transformó un poco al verme y se ve que no me esperaba para nada. No sé por qué, porque siempre nos caemos así de la nada, más que nada los sábados.
La cara de ella no cambió y se mantuvo con la sonrisa intacta.

—Mar...

-¡Martu! -sonrió Emilia y me besó el cachete-. Justo estábamos hablando de vos.

Ah bueno...

No sabía muy bien como reaccionar, me sentía medio estúpida así que sonreí para disimular.

—Espero que cosas buenas. —me río un poco.

—Obvio amiga.

Julián se acercó con cara rara.

¿Qué hacía con ella? ¿Por qué salieron?

—Vamos a tomar unos mates, vení pasá. _dice abriendo la puerta con llave.

—Pemiso paso rápido que me estoy haciendo pis hace rato. —dice mi amiga y entra rápido conociendo perfectamente dónde queda el baño.

¿Qué carajo?

No voy a entrar una mierda. Soy una pelotuda al cuadro, yo preocupándome como una estúpida y este gil saliendo con la amiga que le presenté hace DOS DÍAS.

Julián se me queda mirando esperando a que pase y yo me quedo dura en el pasillo.

—No quería interrumpir, mala mía. —quería gritarle mil cosas pero no tenía derecho.

—No, Mar. No inte...

—Pasa que no me contestaste y me preocupé como una tarada pero ya veo que está todo bien así que...

—Perdón. No le di pelota al celu. —dice.

—Se ve que estabas ocupado...

Me iba a ir a la mierda pero me agarró de la muñeca.

Soltame que me largo a llorar y no quiero que me veas.

—Vení, tomate unos mates con nosotros. —me insiste con esos ojitos que me vuelven boluda.