11. when the party's over

5.7K 226 126
                                    

'Te olvidaste la campera en lo de Valen, ahora te la alcanzo', le había escrito Lucas a Martina cuando ella llegó a su casa, luego de reconciliarse con Julián.

Martina:
Tranqui, si no no te hagas drama
la busco otro día.

Luquitas:
no me cuesta nada martu
me queda de paso

Martina:
👍

Lucas le llevó la campera y se quedaron charlando un rato nada más porque era tarde.

Pero se fue volviendo una costumbre y cuando Julián se fue al mundial sub 20, en cada juntada con amigos, Lucas era el que la llevaba de vuelta para su casa o la iba a buscar.

Martina no iba a decir que era un reemplazo a su amor no correspondido, pero inevitablemente estaba llenando un espacio que le pertenecía a Julián. Estaban pasando mucho tiempo juntos, y hacían cosas que antes hacía con él, como ver películas, pedir comida, etc. Todo, menos la parte de ser amigos con derechos.
No buscaba un reemplazo, ya que Julián seguía siendo su mejor amigo, pero cuando volvió del mundial aún estaban las cosas temblorosas y aparte, él estaba ocupando su tiempo en su potencial noviazgo y ella lo entendía. Ya iban a tener tiempo para volver a ser los de antes.
Por ahora la venía pasando muy bien con Lucas, y descubrió que no era simplemente un amigo para tener ahí de vez en cuando, era alguien muy interesante para que forme parte de tu vida.

A Lucas siempre le había interesado Martina. Desde el viaje de egresados no intentaba nada, porque sabía que se besaba de vez en cuando con Julián y no quería meterse en el medio de nada. Pero cuando vio que Julián estaba saliendo con alguien y ellos eran sólo amigos, no vió por qué no acercarse más a ella. Capaz no le daba bola, pero no perdía nada con intentarlo.

-Che, no son feas. -habló Lucas esa mañana de Junio, refiriéndose a las medialunas sin gluten. Todo el mundo le tenía un prejuicio bárbaro a la comida de los celíacos.

-Para mí es lo mismo, o ya me acostumbré, no sé.

Estaban desayunando en la casa de Lucas, la había invitado la noche anterior y ella dijo que sí, claramente.

-Me puedo acostumbrar entonces. -dijo él tirando un pequeño palito. Martina se hizo la boluda, era la mejor en eso.

-A ver, subí el volumen que quiero ver qué dice este boludo. -dijo Martina al ver la cara de Macri en la televisión, estaba haciendo campaña para su reelección.

-No sabe leer pobre. -dijo Lucas y rieron. Al toque se cortó la transmisión porque lo agarraron empezado-. Che...

Lucas se acercó más en el sillón para hablarle.

-¿Qué?

-¿Es verdad eso que dicen que a los pianistas se le deforman los dedos? -pregunta y le agarra la mano para "chequear".

Martina se mira los dedos preocupada y Lucas los va separando uno por uno.

-Son normales creo. -dice ella-. Bueno este está medio ladeado. -le muestra el dedo del medio, que para ella estaba medio torcido.

Pero bueno, a Lucas no le importaba la verdad. Dejo de mirarle las manos y se giró a verla, la tenía muy cerca. Hace rato que tenía ganas de besarla. Martina lo miró al sentir su mirada y se tensó al verlo tan cerca. Vió como bajo su mirada a sus labios y estaba nerviosa, no sabía muy bien como reaccionar. A Lucas siempre lo vio como un amigo y nada más, sólo tenía ojos para Julián, pero ahora... Ahora no sabía.

Lucas estaba por besarla cuando se escucharon unos golpes seguidos en la puerta de entrada. Él reaccionó poniendo una cara rara y se levantó para abrir.

Trátame suavemente | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora