8. From the dining table

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Mayo 2019

Abril había terminado dramáticamente y las dos primeras semanas de mayo habían pasado tortuosamente lentas.

Martina y Julián no se volvieron a ver, las juntadas del grupo se habían suspendido por cualquier excusa de los dos y por teléfono ninguno de los dos trató de contactarse.

Ambos estaban dolidos, y ninguno se animaba a tomar la iniciativa en cambiar las cosas. Los dos tenían claro lo que sentían, pero ninguno tenía muy claro lo que le pasaba al otro, algo había pasado, solo que nunca se plasmó en palabras concretas.

La vida seguía y tenían que seguir con sus responsabilidades. Julián seguía con los entrenamientos, arrancó la fase de grupos de la libertadores y quedaron fuera de la copa de la superliga, en la que no había podido jugar porque estaba con unas molestias en el isquiotibial. Martina continuó con sus rutinas diarias, ir al conservatorio, estudiar, dormir y así sucesivamente.

Aunque al principio le costó verla, siguió como si nada su relación con Emilia, al fin y al cabo ella no sabía nada y no tenía nada que ver. Se sentía una estúpida, porque ella les había dado el pase libre a los dos para que estén juntos y es lo que habían hecho. Igualmente, Emilia no le había hablado nunca de Julián a Mar, eso le parecía medio raro, tenía ganas de saber, en realidad.

A Valen la había visto un par de veces nada más, ya que ambas tenían sus responsabilidades, así que con la persona que estaba teniendo más contacto últimamente era con Emilia.

La verdad es que Julián y Martina se extrañaban como loco, eran una parte fundamental de sus día a día y de repente no tenerse más, era doloroso.

-Amiga tengo que contarte algo. -Emilia agarró el control y bajó el volumen.

Era jueves a la tarde/noche y estaban en la casa de Emilia comiendo unas papas fritas mientras veían la tele.

-¿Qué? -preguntó Mar chupándose los dedos para quitar el exceso de sal.

-No se si sabías que cuando me presentaste a tus amigos hace unas semanas, Julián me invitó a ver un partido y eso...

Martina se desconcertó un poco, no esperaba que le hable de él.

-Sí, sí. Me dijo. - agarró otra papa para concentrarse en otra cosa y esperó a que su amiga siga hablando.

-Bueno, la cosa es que despues de ese día no me habló más, yo esperaba que me hable o algo porque la verdad que está re bueno el pibe. -Mar se ríe incómoda-. Te iba a preguntar a vos y todo pero capaz te ponía en un compromiso o algo... -por suerte para Martina, Emilia hablaba hasta por los codos, así que no tenía que responderle a todo lo que decía-. Cuestión que el otro día estoy en el super y me lo encuentro.

'Bueno, por lo menos aprendió a hacer las compras', pensó Martina masticando.

-Y nada hablamos un rato y me dio su número, así que lo invité a cenar.

¿Qué se supone que tenía que decir cuando se quería morir por dentro?

-Que bueno che, ¿cuándo? -preguntó.

-Hoy. -respondió como si nada y Martina casi se ahoga con una papa.

-¿AHORA?

Emilia se rió, aislada de la realidad y le palmeó la espalda.

-Viene en un rato, pensé que estaba bueno si estabas porque nosotros no nos conocemos mucho y vos sos amiga de los dos.

Martina ya no estaba muy segura de eso y no sabía como zafar de la sitiación.

Trátame suavemente | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora