15. Sweat

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Mar

No estoy con todos mis sentidos bien activados, así que no puedo decir mucho. Necesitaba besarlo. Y por más que capaz en un ratito junte un poco de valentía para alejarlo, por el momento quería aprovechar ese beso que me estaba dando. Ya cuando esté sobria voy a tener tiempo para arrepentirme.

Me come toda la boca y yo lo acepto gustosa, sosteniéndome de sus hombros. Sus brazos fuertes me rodean bien la cintura, no sea cosa de que me quiera escapar. Por ahora no tenía planeado eso.

Siento sus labios saborearme con ganas y su lengua jugar con la mía, no puedo explicar todo lo que había extrañado tenerlo así. Me hace olvidar de todo, hasta de como traté de olvidarlo a él.

Pero no me hace olvidar de que tiene novia.

Y es mi amiga.

Trato de mantener un poco la compostura y separo mis labios de los suyos. Quedamos muy cerca por lo agarrada que me tiene, lo miro medio impactada por lo que acababa de pasar y él me da una de esas sonrisitas reconfortantes.

Dios, se le notaba en los ojos el pedo que tenía, y yo no podía hablar mucho.

-Tu regalo. -dice y no entiendo si me está diciendo que el beso fue el regalo o qué...

Antes de que diga alguna pelotudez me agarra de la mano y me lleva a la cama, donde diviso dos paquetes envueltos con papel de colores. Uno está bien envuelto y el otro medio raro, se veía bastante grande.

Me acababa de besar.

Me paso la lengua por los labios saboreando el momento anterior y con mil dudas en la cabeza.

-Dale abrilo. -me habla como un nene emocionado y yo empiezo por el paquete más grande.

Me temblaban las manos.

¿Qué acaba de pasar?

Cuando logro romper todo el papel de regalo me encuentro con el regalo más lindo que alguna vez pude haber soñado. Me tapo la boca, emocionada y lo miro. Me sonríe.

Como lo amo a este chabón.

Termino de sacarle todo el papel y lo miro bien. Un tocadiscos precioso. No existe reproductor de música más bello y tradicional que este.

-No lo puedo creer. -susurro, pasando mis manos por su madera.

Me da el otro paquete para que lo abra y era un poco menos pesado, pero tenía su peso igual.

Lo abro y lo primero que veo es la espalda de Harry Styles. Sonrío y me doy cuenta de que son varios vinilos.

Harry Styles, Canción Animal, The Dark Side of the Moon y Oktubre.

Básicamente mis artistas favoritos.

-Feliz cumple. -dijo.

Aprieto los labios sin poder controlar mi felicidad y me tiro a sus brazos otra vez.

-¿Te gustó? -preguntó, agarrándome, como si mi reacción no hubiese sido obvia.

-Es el regalo más lindo que me hicieron. -dije contra su cuello, y era verdad.

Suspiró como aliviado y sonreí.

Estaba todavía medio mareada por la situación. La Martina normal probablemente lo hubiese sacado cagando y eso me daba miedo, estar haciendo cualquier cosa. Pero era como si no pudiese controlar mis impulsos.

-¿De verdad te gusta Lucas? -dice cuando me separo.

Ni yo se qué responderle. Capaz le diría que sí, pero el alcohol me hizo perder la habilidad de separar lo que tengo que decir con lo que me sale del alma.

Trátame suavemente | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora