21. Born to die

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Julián

Ya era el segundo día en Seattle, hoy a las cuatro había sido el segundo y último amistoso que jugamos y que ganamos. Fue alto partido. América era probablemente el mejor equipo de México, pero eso no impidió que le ganemos dos a cero, con un gol mío y otro golazo de Ferreira. Fue una excelente manera de cerrar la pretemporada.

Cuando salimos del estadio llegamos justo para ver el partido de Argentina en el hotel. Yo me la traje a Mar para la pieza y Enzo con Valen vinieron atrás nuestro. No quería que nos vuelva a ir mal por ver el partido con el resto del plantel, como la última vez. Nunca más veía un partido con los pibes de River.

Estábamos acostados en mi cama y los chicos en la de Enzo. El Kun acababa de meter el primer gol del partido a los doce minutos y después de festejar la volví a abrazar por los hombros para seguir viendo el juego.

Si bien era un partido de Argentina, no estaba esa emoción que teníamos antes. Era un partido por un tercer puesto y, aunque no sea nada menor, la semifinal ya la habíamos perdido y ésto no era algo tan especial como una final.

Nos incorporamos atentos cuando Otamendi le pasó la pelota a Lo Celso que estaba a mitad de cancha. El número veinte le dio un pase perfecto a Dybala que estaba habilitado y corrió hasta el área sin ningún problema.

—¡GOOOOL! —gritamos el gol con emoción. Mar se levantó con los brazos en alto y yo me reí cuando escuché los gritos de todos los argentinos en el hotel.

Pasó la repetición del gol y nos volvimos a nuestro lugar.

—Qué golazo, loco. —dijo Enzo con la boca llena de papas fritas.

—¿Viste ese pase que le dio Lo Celso? —habló Mar.

—Increíble. —dije con una sonrisa.

—Cada día más enamorada de ese hombre. —la sonrisa se me fue a la mierda y no la abracé nada cuando se me acercó.

Estaba por decirme algo pero la atención se la llevó la pantalla cuando vimos como a Messi lo estaba pecheando Medel.

—¿Qué carajo? —dije viendo como el árbitro le ponía roja a los dos. Nuestras puteadas no tardaron en escucharse.

Dybala había mandado la pelota larga y al Messi no llegar a evitar el saque de arco por culpa de Medel, le empujó el hombro, haciendo que Medel se caliente y lo empiece a empujar con su pecho. Messi mantenía las manos en alto recibiendo la agresión.

—MESSI NO HIZO NADA MAMARRACHO. —se quejó Valentina.

—No te la puedo creer. Lo zarandean todo y encima lo echan a él. —suspiró Mar.

—Chileno de mierda... —Enzo volvió a quejarse, lo puteó de mil maneras.

No era roja para Messi pero ni a palos. Por árbitros como éste perdimos todas las finales que perdimos.

Una bronca.

—Ahí lo tenés a tu hombre. —le dije cuando en el minuto 56 nos cobraron penal por una falta que cometió Lo Celso en nuestra área.

Mar me miró mal y me pegó levemente en el hombro.

—Este forro cobra cuando que se le canta el orto. —dice Enzo que estaba re caliente.

—No grites que estoy al lado tuyo. —le dijo Valen con una mano en su pecho.

Vidal, el que tenía como corte de pelo la forma de su país, pateó el penal y Chile convirtió su primer gol, haciéndonos soltar bastantes puteadas.

En lo que quedó del partido, el Kun, que había tomado el rol de capitán, tuvo oportunidades de meter el tercer gol pero no llegó en ningún momento. Los de Chile no hicieron mucho, así que cuando terminó el partido, nuestro equipo ganó más que merecidamente el tercer puesto de la Copa América 2019

Trátame suavemente | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora