Trátame suavemente | Julián Álvarez

25. Por mil noches

Julián

-Ojalá pudieras venir conmigo. -dijo Emilia por millonésima vez en la semana.

Me froté la sien y le sonreí como pude. Ya le había dicho que tenía entrenamiento y no podía faltar porque se venían los octavos de final de la Libertadores. A parte no quería ir.

-Tengo entrenamiento, Emi. Pero cualquier cosa me llamas ¿Si?

Asintió mirando al suelo y se acercó lentamente para despedirse. Ya tenía que irse para Córdoba.

Las cosas habían estado medio tensas esta semana y la verdad, no veía la hora de que se vaya.

Volvieron a llamar su vuelo por los parlantes así que la abracé por los hombros por última vez.

-Nos vemos en unos días. -dijo cuando se separó, asentí y ella me agarró de los cachetes para dejar un beso en mi boca.

Cerré los ojos y me dejé besar lentamente hasta que se separó. Me pasé la lengua por los labios y le sonreí.

-Buen viaje.

Vi cómo se fue y me di la vuelta para salir de ahí. Me quería morir, porque habían una banda de periodistas en la puerta que nos sacaron mil fotos al entrar. Lo único que quería era que se olviden de mi existencia y de la de mi relación.

Tenía que ir a hablar con Martina. No me había respondido los mensajes que le había mandado y era claro que se había enojado. Pero no había querido evitarla. Bueno, al principio quizás creí que nos vendría bien un tiempo, pero después de un par de dias me di cuenta de que era una boludez. El tema es que la tuve a Emilia encima toda la semana y no pude hacer nada.

Cuando llegue a casa me pegue una ducha rápida, me perfumé y volví a salir con el auto. Eran eso de las seis de la tarde, así que seguramente me la iba a encontrar en su casa.

Toqué el timbre y esperé que me abran.

Pero nada.

Toqué un par de veces más por las dudas pero no, no había nadie. Su mamá seguro había salido con el novio pero ella ¿Dónde estaba?

Resoplé sentándome en el escalón que había delante de su puerta y me quedé mirando mí celular.

¿Le hablo otra vez? ¿Le pregunto? ¿Me quedo esperando?

Le mandé un mensaje a Valen por las dudas a ver si sabía algo pero me dijo que con ella no estaba.

Si está con Lucas me mato.

Me quedé sentando como por diez minutos y volví a sacar el celular.

Ya fue, la llamo.

Estaba por marcar su celular cuando escuché su voz seguida de unos pasos.
Levanté mí vista del aparato y la ví llegar caminando.

Estaba con un conjunto abrigado de ropa deportiva que le quedaba hermoso y tenía una sonrisa pintada en la cara. Hasta que me vió.

-Julián. -dijo sorprendida.

Me levanté del suelo notando que venía acompañada y me pasé las manos por el pelo.

¿Y éste?

El chabon se dejó de reír también cuando me vió y me sentí súper incómodo.

No entiendo nada.

-Ehh... Hola. -dije parado frente a su puerta.

-¿Qué hacés acá? -me preguntó Mar. Extrañamente, su pregunta sonó más amable de lo que yo me merecía.