33. Banshee.

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Durante toda su vida ha tenido que experimentar muertes, según habia leido, por lo general no se presentaban como tal hasta que fueran de una edad más adulta como los quince años, Severus no, tenía cinco años cuando empezó, inició con la muerte de su abuela paterna, había entrado a su habitación solo para verla muerta, luego algún alma desfavorecida víctima de algún asalto, lloraba de pronto cuando no eran muertes cercanas que al día siguiente salían en los periódicos.
Al entrar a la escuela fue más tranquilo, pudo recabar toda la información, según los datos él no cumplía con ninguna característica en los libros, era pálido si pero a diferencia de las otras presagiadoras de muerte él tenia el cabello oscuro, eso le servía demasiado para ocultar su naturaleza pues no había nadie que los protegiera.
En alguna ocasión se encontraba caminando a una tienda de abastos y terminó viendo el cuerpo de un ansiano atacado por una serpiente, estaba demasiado lejos de casa, había llegado incluso a otro estado solo para ver a un anciano muerto, aunque eso no era del todo normal pues no solían haber serpientes cerca.
Cuando cumplió quince por poco y dejaba de persivir más muertes que la suya, con la estúpida broma, aunque aquella vez no solo fue la suya ya que si se descubría que Lupin era un hombre lobo y había matado a alguien, le darían caza.
Luego de aquella vez no perdió la sensación de que alguien estuviese en peligro, todo el tiempo hasta que ocurrió, no fue un sueño estaban en medio comedor y los zumbidos en su oído no desaparecían hasta que escuchó su nombre, era la voz de su mamá despidiéndose, tanto fue su asombro y tristeza que cuando supo que su madre había muerto soltó el grito agónico más alto registrado en toda la historia, por lo general los gritos no solían afectar a los oídos humanos pero esa vez todas las ventanas sufrieron las consecuencias y el oído desarrollado del hombre lobo casi se pierde.
Las criaturas semi humanas del bosque escucharon el lamento con asombro, la perdida de una Banshee siempre solía ser doloroso pero todo el mundo sabia que esta vez era peor.
El eco se escuchó por todo el pasillo mientras Severus no dejaba de escucharse cubriendo sus oídos tratando de no creer lo que ya sabía, su vida no podía ser más cruel en ese entonces, suficiente le parecía con ser un fenómeno para su padre además de ser un faro para muerte.
Luego de eso fue aislado, no habían más que daños materiales y por primera vez Dumbledore estaba más preocupado por una serpiente que por cuatro leones.
—No es normal ver una Banshee como tu, tienes que disculparnos pero es bastante extraño, por lo general estas cosas suelen ser heredadas porque no hay otra forma en la que se reproduzcan a diferencia de los hombres lobo y los vampiros.
Había dicho su jefe de casa sin quitarle la mirada, su estudiante predilecto había sido más especial de lo que esperaba.
Media hora llevaban de ese modo, todos haciendo preguntas y lanzándose miradas cómplices sin saber que decir, esa información no debía salir de la escuela.
—Hay que admitir que tu aspecto te favorece, nadie lo notará y si preguntaran la señora gorda decidió usar un megáfono para romper las ventanas.
Habían sido las ultimas palabras de Dumbledore antes de dejarlo libre, lo dejarían ir al velorio de su madre y lo recibirían de vuelta en la escuela cuando se terminase todo, después de todo habian recibido sin problema a un hombre lobo y harían igual con una Banshee.
Severus caminó a su habitación su en trance en el fondo no quería ir al velorio sabia que al verla estaría tan enojado que podría hacer magia accidental.
Ignoró por completo a sus compañeros, solo quería encerrarse en su habitación y soltar la tristeza que aún le quedaba, ahora todos sabían lo que era y que había perdido a la única persona que amaba, seguramente esos cuatro idiotas se aprovecharían de su debilidad aunque Lupin se encontrara en la enfermería.
Al día siguiente tenia todo listo, el director le facilitó un traslador para llegar a su casa, todo estaba desértico con una nota en la mesa, el velorio y entierro seria el mismo dia, fue directamente al cementerio, claramente no iba a estar su padre ahí y agradeció a quien sea que así fuera pero no esperó ver a sus abuelos maternos, esos imbéciles que habían dejado a su madre a su suerte.
No los saludó, no se lo merecían, solo dejó los lirios blancos sobre la tumba y el sujeto encargado dijo algunas plegarias mientras el ataúd descendía.
Tampoco pudo evitar algunos sollozos, la tristeza inundo a todo el mundo debido a los llantos de la Banshee, a oídos muggles era bastante triste pero a oídos mágicos, podían escucharles los lamentos similares a los de las sirenas, taladraban los oídos hasta quedarse en los pensamientos.
Ambos Prince compartieron una mirada, después de tanto tiempo sin importarles su nieto ahora decidían llevárselo con ellos.
No habían dicho palabra alguna hasta que todos se fueron dando el pésame, Severus no quería hablar con ellos ni con nadie, trataba de no seguir llorando viendo las palabras en la lápida.
"Amada hija, amada esposa y amada madre."
¿Amada esposa? Como si su padre la hubiese amado alguna vez.
Llegó el momento de irse, no entendía porque ese par de viejos seguían ahí los odiaba tanto o más que a su padre, no recibió el abrazo de ninguno alejándose de inmediato de cualquier contacto.
—No los quiero aquí.
Fue lo único que dijo y ambos se fueron, de todas formas los tramites en el ministerio se harían para obtener la custodia del joven.
Al ir camino a casa no dejaba de llorar en silencio hasta que escuchó la bocina de un camion, no había ninguno cerca y supo la respuesta de ese sonido, ahora podía sonreír porque la persona que había provocado la muerte de su madre había muerto también.

Los años pasaron más rápido de lo esperado habían salido de la escuela y casa quien tomado su camino, nadie en el ministerio sabía de su condición y se les rogó discrecion a los que lo supieran.
Nadie dijo nada en muchos años y así pensaba mantenerlo pero con el ascenso del señor tenebroso era difícil,aparecía casi siempre cuando había algún mago muerto, a penas pudo evitar la investigación en su contra cuando apareció en el jardín de Dorcas Meadowees a pesar de que el cuerpo no estaba ni cerca, sabía que había muerto.
La cosa no mejoró con los días ni las semanas..
Sabía que debía actuar siquiera prestar ayuda a los siguientes, pero era difícil encontrarlos, antes de que sucediera y la actitud de los parientes no ayudaba mucho.
Mucho peor era con los Black, podía escuchar olas aunque estaban en una zona sin playas ni ríos, trató de advertir a Walburga y Orion pero se hicieron de oídos sordos, no le sorprendió oír a lo lejos el grito de Walburga cuando el tapiz de árbol genealógico había cambiado.
Trató de cambiar de país o continente con tal de no escuchar más, pero siendo un mago mestizo como muchos también era presa de los seguidores de Voldemort.
La noche que había decidido marcharse tuvo más de una sensación estaba por perder la cabeza y con las risas de los niños pidiendo dulces de puerta en puerta, podía escuchar gritos también, vibraciones, explosiones, aullidos, la voz de Lily, estaba tan enfocado en lo último que no se percató de lo anterior hasta que tuvo a Fenrir Greyback frente a él, aún si estuviera en peligro solo podía pensar en Lily.
Al ser atacado dejó de pensar en todo, maldecía el hecho de que Fenrir fuera un mago también pues había aplicado en él un hechizo enmudecido, no podía gritar, y fue demasiado lento como para sacar su varita, ya tenia al hombre lobo encima consumiendo su sangre, sabía lo que pasaría, aún si pudiera librarse no sobreviviría demasiado tiempo como para no desangrarse.
Agradeció a los cielos e infiernos la ayuda, estaba libre, débil muy débil pero libre, podía escuchar nuevamente los aullidos, ya no podía escuchar los hechizos solo mordidas, gruñidos y ramas partirse, luego de unos minutos de silencio pudo hablar al fin, Fenrir estaba muerto o inconsciente, no importaba, solo Lily, seguía escuchándola, trató de tomar la varita y aparecerse pero estaba débil y sentía un dolor insoportable en la pierna derecha aunque no pudiera sentir nada de la rodilla para abajo.
Trató de ponerse de pie, o gatear, era imposible y no pudo notar cuando empezó a llorar.
—Esta bien Severus, no te muevas.
La voz del que le había ayudado, no le sorprendió en lo más mínimo, era el único hombre lobo que conocía.
Quería soltarse cuando sintió mucho más dolor en las costillas cuando el hombre lobo trató de levantarlo, escupió sangre sin terminar de digerir la situación,  eso eran los aullidos y pudo escuchar a Lily después de escuchar su propia muerte.
—Deberías ir con tus amigos...— faltaba cada vez menos tiempo—. Ve con ellos, te necesitan más que yo...
Tenía razón y aún así Lupin parecía no escucharlo, solo lo llevo a recostarse en un árbol, el hombre lobo sabía que Snape no duraría demasiado tiempo, podía olerlo.
—Estas herido debo llevarte al hospital, perdiste mucha sangre y...
—Vete, tus amigos te necesitan, Lily...
Lo escuchó al fin, había ocurrido luego de eso no escuchaba más, los sumbidos y cualquier cosa que indicara una muerte había terminado al fin, solo se quedó observando la luna, tenia un día menguante y decidió no preguntarse por que Lupin podía transformarse a voluntad.
—Por favor... déjame llevarte al hospital...
Severus lo vio unos segundos, tal vez había escuchado mal, si aún había tiempo...
—Ya es mi tiempo pero puedes salvar a tus amigos, vete Remus...
El hombre lobo aún estaba inseguro de dejarlo ahí pero decidió hacer caso, si bien no sabía el lugar exacto de la casa de James y Lily sabía que era en el Valle de Godric, no tuvo que buscar demasiado la pista era clara y la advertencia del Bansheese repetía en su cabeza, si no le hubiera ido a ayudar... o si hubiera ido con sus amigos primero.... no vería a Hagrid cargando al pequeño Harry llorando ni a un Sirius enojado triste y frustrado, si hubiera ido antes...
—Fue Peter, el...
Sirius no pudo terminar de hablar cuando se escuchó un grito de frustración y enojo, un último grito de esa horrible noche de Halloween para al día siguiente encontrar en el profeta:

"La caída del señor tenebroso"
"El niño que  vivió"
"Las víctimas que cobró la guerra mágica"
"Una Banshee nada común"

Esa y muchas más sandeces escritas por gente que no había sido participe de la guerra en ningún momento más que para anunciar muertes y causar pánico entre el mundo mágico.

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Mmmmmm sé que ha pasado mucho tiempo y bum, volvemos matando a Severus por milésima vez, esta vez no duele tanto porque hay amor pero escuchar musiquita triste hace llorar también,  bueno... sé que les debo mucho de las otras historias y trataré de ponerme al día, lo juro, ya saben cada lunes.
Nos vemos.

One Shots HP Epoca merodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora