Desesperada Espera

895 114 2
                                    

Capítulo 2.

Canción sugerida: In This Shirt - The irrepressibles

«Estoy perdido en nuestro arco iris, ahora nuestro arco iris se ha ido.
Cubierto por tu sombra, a medida que nuestros mundos avanzan»

Iba caminando por el pasillo, con mis libros de color negro, bajo mi brazo derecho.

Una voz masculina me llamó, pero realmente no me detuve. Nada me interesaba tanto como para desviar el camino hacia mi habitación, y hacer cualquier otra cosa fuera de ésta.

Estaba demasiado perdida en mis pensamientos. Era una jodida y agobiante estadía aquí, sin ella. Antes de conocerla realmente, conocer su pasado, sus miedos, su realidad,... Juré que lo peor que me había pasado era tener de roomie un puto arcoiris parlante, pero ahora, como la necesitaba.

Posiblemente éstos son pensamientos y emociones, que jamás diré en voz alta y si llegase a ser así, sólo se lo diría a la causante, como hace tres meses atrás lo hice, en nuestro penúltimo día juntas.

Por extraño que les parezca... No me avergonzaba.

Que la gente piense que soy despiadada, fría y maquiavélica no era realmente importante para mí, aquél sólo era su problema. Y en parte era verdad, tenían razón. ¿Para qué quitárselas?

La única persona que realmente conocía mis sentimientos se había esfumado, llevándose lo que alguna vez consideré como mi jodida contraparte.

Sentí unos pasos correr hacia mí y me detuve sin muchos ánimos, para mirar al chico que había corrido.

—¿Qué quieres? —le pregunté a Xavier, quien venía sonriente, sonrisa que se borró al ver mi semblante y mi cortante saludo.

—Jamás cambiarás. De eso cada vez estoy más seguro, señorita...—sonrió ahora de lado, mientras acomodaba su cabello largo—¿Estás ocupada?

—De hecho sí, tengo una larga lista de registros de asesinos en serie, que leer cómodamente en mi cuarto. —mentí con voz neutral y cortante.

—¿Qué tal si tomas esos registros y los lees junto a mí en el pueblo? —invitó Xavier—Quisiera dar un paseo por Jericó..  Quisiera que tú fueses mi acompañante.

—Sigue queriendo, pues no se podrá. —volví a caminar recta, dejándolo ahí. Él no se rindió y volvió a alcanzarme.

Creo que te terminarás volviendo loca sin Enid allá arriba contigo.—sugirió nervioso y preocupado.

—Sería una total delicia que eso pasase.

—Ven junto a mi, Addams... —pidió de nuevo, me frené y lo miré de arriba a abajo.

Realmente no quería nada que ver con él.
Pero estaba consciente de que siempre había estado para mí.
Siempre había querido entablar conmigo así sea una conversación y yo jamás se lo había permitido.

Entonces ¿Por qué no darle una oportunidad? No quería ser su amiga, solo tengo espacio en mi vida para una amistad y ese espacio ya estaba muy lleno y con cero probabilidad de reemplazo.

Pero, aún así... Siendo realista y franca, de verdad estaba cayendo en el oscuro hoyo de la demencia.

Mis pensamientos se habían vuelto una cadena de patrones de auto-mutilación mental, mis conductas y acciones, estoy consiente que se habían vuelto demasiado obsesivas y repetitivas.

Las únicas actividades en donde me desenvolvía en el pasado, con total libertad, ahora estaban siendo atadas a pensamientos compulsivos y autodestructivos, muy bien citó alguna vez mi Rosa amiga «El ser humano tiene mala memoria, pero cierta habilidad para la autodestrucción» y en éstos momentos de crisis, realmente cada día desconocía más, mi propia personalidad.

𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora