De nuevo, mi error

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Capítulo 23.

Canción sugerida: Die For You - The Weeknd

«Estoy buscando las maneras de expresar lo que estoy sintiendo...
No puedo simplemente decir que no te amo, porque te amo, sí.

Es difícil para mí comunicar los pensamientos que guardo, pero esta noche voy a contártelos...

Déjame decirte la verdad, amor, déjame decirte la verdad...

Sabes lo que estoy pensando, lo veo en tus ojos.

Odias quererme, odias cuando lloras
Tienes miedo de estar sola, especialmente de noche.

Tengo miedo de extrañarte, me pasa todo el tiempo...

No quiero sentir esto, no puedo soportar el amor.

Trato de encontrar una razón que nos separe, no está funcionando, pues eres perfecta.

Y sé que vales la pena, no puedo alejarme.

...Amor, yo moriría por tí




Miré desesperada hacia atrás, donde el inmundo y asqueroso animal de Xavier Thorpe había huido, dejando sólo la marca y el hueco de la roca que me lanzó y donde estuvo echado.

Miré de nuevo la escena, sintiendo las sirenas y las luces cegar mi visión y mi audición, me sentía fuera de mi misma. Mi corazón latía acelerado y no fue hasta que puse mi mano sobre mi frente, que me di cuenta de que tenía una herida en la cabeza y que sangraba.

Intenté acercarme de nuevo a Enid, viendo como la ponían sobre una camilla y enseguida le colocaban oxígeno.

Desesperada corrí a la ambulancia, sintiendo varios hombres intentar frenarme.

—¡SUÉLTENME! ¡Déjenme ir! —ordené molesta entre gritos, observando como los paramédicos llevaban la camilla adentro de la ambulancia, el auto que la había arrollado aún estaba ahí, el conductor tenía ambas de sus manos en su cabeza y el celular en el capo, seguramente él había llamado la ambulancia.

Y es que, aquello realmente no había sido su culpa, era culpa del maldito Xavier y quizás también mía.

—¿Quién eres tú? —me preguntó uno de los enfermeros que habían atendido a Enid.

—Yo... Yo... Soy su mejor amiga, vivo con ella... —me trabé nerviosa, fue cuando el tipo vio la herida en mi cabeza y asombrado acercó sus manos cubiertas con guantes hacia mí. Me aparté y él frunció el ceño—Déjenme ir... Yo soy lo único que tiene.  Soy su única familia...—sentí una presión en mis ojos y en mi pecho, al suplicarle.

Él hombre asintió ante mis súplicas.

—Ven... Sube... —avisó dando la espalda y rápidamente subió a la ambulancia lo seguí y entré. Sintiendo como mi corazón dejaba de responder al ver a dos paramédicos intentar reanimar a mi única amiga.

Mis ojos se oscurecieron y el oxígeno en mis pulmones comenzó a escasear, al ver aquella maldita escena.

—¡Dame dos miligramos de adrenalina! —le ordenó un paramédico a otro, quién rápidamente le dió una jeringuilla, que inyectó en las venas de Enid.

Otro se dedicaba a iluminar sus pupilas con una pequeña linterna.

—Necesitamos más. ¿¡Cuál es su pulso!? —preguntó el mismo que la había inyectado al que le hacía chequeos, al parecer era el jefe de los otros dos.

𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora