Espiritismo y Respuestas

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Capítulo 11.

Canción sugerida: Symphony - Clean Bandit & Zara Larsson.

«He estado escuchando sinfonías...
Antes que todo lo que escuché fue silencio, una rapsodia para tí y para mí.
Y cada melodía es eterna...

Estaba solo cantando por mi cuenta,
Ahora no puedo encontrar la nota sin ti.
Ahora tu canción está en repetición,
Y estoy bailando al compás de tu corazón...
Y cuando te vas, me siento incompleta, así que si quieres la verdad...

Sólo quiero ser parte de tu sinfonía...
¿Me abrazarás fuerte y no te irás? »





Tragué saliva y casi pestaño, casi.

—¿Dónde está él? —volví a preguntar ahora más suave. El tragó saliva sonoramente.

—Cr-creo que está en entre Rumanía y Nueva Inglaterra... La última vez que hablé con él, hace como un año atrás, me dijo que tenía ahí su nuevo negocio...

—Mis padres suelen ser así, se alejan y de vez en cuando sé que ocultan y hacen cosas, que sé que no quieren que yo sepa por obvias razones, aún así... Son relativamente buenos... Aún siendo malos. —mentí cínica y neutra, soltando su mano suavemente—¿Tú padre también te oculta? —otra pregunta más.

—Demasiado para mi gusto. Jamás sé en qué está metido... —puso su mano sobre su mentón y miró por la ventana, evitando mirarme a mi—...Recuerdo que cuando tenía siete... —sus ojos se cristalizaron en lágrimas—Ví agentes del FBI entrando a nuestra casa... Pero... Papá es un hombre con mucho poder...

Lo observé de arriba a abajo.

Pobrecillo. Su padre era un mafioso perseguido por la policía.

Miré el reloj de agujas en la cafetería, fingiendo sorpresa.

—Me tengo que ir... —me levanté. Él me miró y negó triste.

Claramente no tenía que irme, pero ya había resuelto mis dudas y aclarado donde pudiese conseguir al infeliz. Bueno, infelices.

Y siendo sincera... Ya había actuado demasiado por un día, ésto de fingir no es lo mío y cuando lo hacía era solo por distintos fines.

—...No te vayas aún... —me pidió con sus ojos rojos. Se sentía solo, pero aquello no era mi culpa. Al final del día yo no era una psicóloga y tenía cosas que hacer más importantes que escuchar problemas ajenos, sabiendo que mi mejor amiga pudiese estar en peligro, bajo esos mafiosos.

Era mejor dedicar el tiempo a encontrar a Enid, que escuchar problemas personales y crisis existenciales ajenas.

Me giré sobre mis tobillos y comencé a caminar hacia la puerta, escuché como sorbía su nariz

—...Por favor. —pidió. Más no volteé.  No me incumbía. Sí, quizás estaba siendo demasiado fría y despiadada, pero no me perdonaría saber que, en ese tiempo pudiese encontrarla.

Ya tenía todas las piezas en mi rompecabezas, solo faltaba la llave maestra: ponernos en acción.

...Y debía de hacerlo. Lo antes posible.

Caminé a toda prisa hasta Ophelia Hall, al momento en el que un taxi me dejó en la academia de Never More, al entrar una Sabrina no tan sonriente como siempre, se me acercó rápidamente.

Me pareció extraño no verla risueña y animada.

—Encontré al tal Hyne Thorpe. Más no la ubicación de AJEH, no hay nada de esas siglas en internet y tampoco en ningún libro. Mis tías no saben nada, nunca lo han escuchado. —se cruzó de brazos, y respiró hondo cansada.

𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora