La Bestia de mi Espíritu

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Capítulo 12.

Canción sugerida: Until I found you - Stephen Sánchez.

« En mis brazos, oh, déjame abrazarte...
No te soltaré de nuevo, como hice.
Estaba perdido en la oscuridad, pero la encontré... Te encontré a ti.
Una vez más te caíste, yo te atrapé
No te soltaré de nuevo. No te soltaré jamás »

Mi profesía si hacia real.

Sabía que sí esos malditos locos estaban detrás de todos los excluidos y tenían bajo su poder varios experimentos tanto químicos como no-humanos, seguro habrían soltado cualquier monstruo para que matase a mis padres.

Sabía cómo eran los monstruos de impulsivos y descontrolados, seguramente estaba acabando con todo lo que tenía a su paso, por eso había atacado a los mismos malditos francotiradores que estaban de su lado, que eran de su propio equipo, mismos  que iban a matar a mi madre, Morticia Addams, hace segundos.

—¡MAMÁ, PAPÁ, NO SE MUEVAN DE ALLÍ! —les hablé fuerte a través de la línea telefónica, mientras tomaba mi mochila, Dedos saltó exagerado—Iré hacia allá. ¡ESTÁN EN PELIGRO!

Sabrina miraba helada toda la escena y puedo pensar que sentía bastante miedo, solo al escucharme hablar con mis padres.

—¡No! ¡Hija, no...—corté la llamada sin interés de escuchar súplicas para que me quedase en mi habitación, cosa que claramente no haría, metí el aparato en mi bolsillo y tomé del brazo a Sabrina Spellman, quién me miró aterrorizada.

—¡Tienes que recitar tu conjuro y llevarme hasta allí! —ordené.

—Merlina, no creo que... —bajó la mirada.

—¡Tienes que! —le repetí la orden—Hyne es el dueño de una organización llamada AJEH, hacen experimentos con los humanos y con los excluidos, sobre todo con los marginados. Están detrás de nosotros. —tomé sus hombros haciendo que me mirase a los ojos—En mi visión, mis padres venían en camino y una bestia o una clase de monstruo que no pude descifrar, atacó a los francotiradores que les iban a disparar.  —ella sorprendida abrió los ojos—Si después de ésto no quieres hablarme jamás lo entiendo... Pero... No puedo perderla a ella y a ellos también.

Ella asintió no muy convencida.

—Si quieres después de ésto vuelves a la habitación y me dejas luchar sola con eso, sea lo que sea. Sólo llévame hasta allá.

Ella tomó mi mano para poder teletransportarme y me miró fijamente.

—No te dejaré sola en una batalla... Código de brujas. —asintió forzando una sonrisa. Estaba asustada, tenía miedo, jamás la había visto así—¡Langue Magique!

Sentí como cada fibra de mi cuerpo se desvanecía en el aire y se esparcía por la atmósfera en cuestión de segundos.

Y así mismo como desapareció, reaparecía frente al carro de mis padres, quiénes venían a toda velocidad por la carretera.

Ellos frenaron de golpe para no atropellarnos, haciendo chillar los neumáticos, al vernos allí paradas, por arte de magia.

En seguida mi padre salió del carro y me abrazó, lo abracé por primera vez, tomando de su bolsillo su arma y su sable convertible, que era del tamaño de una billetera y al presionarlo, se convertía en una gran espada. Él no lo notó, estaba demasiado ocupado en decirme lo mucho que me quería y que no me quería perder. Pero no escuché ninguna de sus palabras.

𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora