¿Heroína o Villana?

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Capítulo 4.

Canción sugerida: If Only - Dove Cameron.

«Hasta ahora he caminado sobre la línea, nada se ha perdido, pero algo falta...
No sé lo que estoy sintiendo ¿Es sólo un sueño? si pudiera leer las señales en frente de mí, quizás pueda encontrar la manera de que yo estoy destinado a ser.
Si tan sólo...»

La luz de la mañana y del sol naciendo iluminó Ophelia Hall haciendo que cerrase más mis ojos por los molestos rayos, me levanté de la cama y miré el reloj.

Eran las siete y media, recordé que tenía la estúpida cita en el loquero, y me levanté rápidamente, yendo al baño para asearme.

Una vez lista, llamé a dedos, quien ojeaba tranquilamente una revista.

—Estás a cargo. —le notifiqué y él me mostró su pulgar, asertivamente.

Bajé las escaleras, casi corriendo, para luego caminar bastante rápido por los pasillos, no me importaba llegar tarde, pero quería estar en Jericó quizás allí podría encontrarme de nuevo con Enid y esta vez hablar con ella.

De repente sentí como alguien chocó contra mi hombro, era una joven más alta que yo, que no recordaba haber visto jamás, tenía mirada nerviosa como respuesta ante la mirada fría y calculadora que le había dedicado. Era castaña clara, y llevaba en su cabeza una cinta negra, como diadema. 

Seguí mi camino sin prestarle atención y fue así como terminé dentro de un taxi, con rumbo a Jericó.

Odiaba caminar.

Al llegar al consultorio, pagué y sin responderle el "buen día" del conductor, bajé y entré en el presunto loquero.

Miré dentro del establecimiento, me daba un gran dolor de cabeza estar allí, había muchas luces, todo era blanco, gris y celeste, demasiado brillo para mí.

—Hola... —saludó a mis espaldas una joven recepcionista, me volteé hacia ella.

—Hola. —correspondí el saludo.

—¿Tienes alguna cita? ¿Qué se te ofrece? —preguntó amablemente. Yo miré hacia mi alrededor, que horrorosos colores, sentí una punzada en mi cabeza.

—Soy Merlina Addams. Mi directora, la señorita Harrison, me obligó a venir a este espantoso lugar. —aclaré analizando mi alrededor para luego volver mi vista hacia la recepcionista. Ella subió sus cejas un poco atónita por mis comentarios groseros, pero enseguida chequeó su agenda.

—Merlina, la doctora Monett la espera en su consultorio. Es el número cuatro a la derecha... —me informó y guió. Yo simplemente asentí y caminé hacia el lugar.

Toqué la puerta número cuatro un par de veces y mientras esperaba respuesta, miré mi reloj, iba treinta minutos tarde. Sonreí de medio lado, la consulta duraba una hora, por lo tanto, serían solo treinta minutos de tortura. ... Aquello podría convertirse en un buen hábito.

Escuché como la puerta se abrió dejando ver una mujer adulta con una sonrisa mediana en su rostro, mostrando amabilidad.

—¡Hola! —saludó con dulzura—Tú debes ser Merlina, ven pasa... —hice lo que me pidió, entré y me quedé en medio de la habitación mirando a mi alrededor. Las cosas aquí están grises oscuras y marrones, aún me daban dolor visual, pero no eran tanto—¡Siéntate, querida! —dijo a mis espaldas cerrando la puerta, rodé los ojos. Ella caminó y se sentó en su silla, yo me senté luego de unos largos minutos.

Me tomé mi tiempo para observar aquel consultorio y a la mujer que fingía falso interés por mi salud mental, tomando notas mentales analicé los colores y a su vez, el color de la vestimenta de ella, parecía ir a juego con su oficina, pues vestía de gris y blanco. Pasable.

𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora