𝗢𝘀𝗰𝘂𝗿𝗮 𝗟𝘂𝗻𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗻𝗮: 𝖬𝖾𝗋𝗅𝗂𝗇𝖺 𝖠𝖽𝖽𝖺𝗆𝗌🌕

Adiós oscuridad

Capítulo 18.

Canción sugerida: Count On Me - Bruno Mars

«Si alguna vez te encuentras perdido en el medio del océano, yo recorrería el mundo para encontrarte.

Si alguna vez te encuentras perdido en la oscuridad y no puedes ver, yo seré la luz que te guíe.

Descubriremos de lo que estamos hechos...

Puedes contar conmigo como uno, dos, tres. Estaré ahí.

Y yo sé que cuando te necesite
Podré contar contigo como cuatro, tres, dos. Estarás ahí.

Porque eso es lo que se supone que hacen los amigos...

Siempre tendrás mi hombro cuando llores.

Nunca te dejaré ir,

... Nunca diré adiós.»

Terminaron las primeras clases del día; siendo notificado su final, con el ruidoso timbre de la escuela, tomé mi bolso y salí con bastante paciencia hacia los pasillos, disfrutando los minutos de recreo que ahora tenía, para ir a almorzar.

Al salir, me encontré con media escuela amontonada en los pasillos, todos miraban a un punto en común y según se iba desplazando, ellos iban abriendo paso.

Fruncí mis cejas y caminé para ver de qué se trataba, escuchaba susurros y cotilleos entre los estudiantes, sin cesar.

Mis ojos se abrieron y mis cejas subieron un poco al ver lo que todos observaban y de lo que todos comentaban.

Enid Sinclair estaba con el uniforme de Never More y una sonrisa bastante fingida e incómoda, caminando a lo largo del pasillo, alternando su vista entre el suelo y las personas que la observaban atónitas.

Estaba bastante incómoda y recibiendo excesiva atención por todos ahí; quizás su regreso si era algo importante y relevante, pues habían demasiados rumores acerca de su paradero, supongo que al verla allí, con un estilo bastante diferente al que anteriormente tenía y nerviosa al andar, era suficiente para que casi toda la escuela, comenzase de nuevo a cotillear sobre ella.

Claramente no la iba a dejar sola, ella necesitaba algo de apoyo y así como ella me había protegido, yo lo haría en aquel momento y en cualquiera que fuese necesario.

Me acerqué a paso rápido a su dirección, ella subió la mirada y me sonrió grandemente, su rostro se iluminó, yo sonreí de lado, era todo lo que podía ofrecerle.

Los comentarios aumentaron, pero eso no me detuvo.

Ambas comenzamos a caminar juntas y nos dirigimos a la cafetería.

Ocupamos una mesa y comenzamos a hablar normalmente.

Cada vez disminuía más la atención hacia nosotras, quizás se iban acostumbrado al verla ahí y concluir con que no era una alucinación.

El sonido de una cantarina voz llegó hacia la mesa. Una chica sostenía su almuerzo con ambas manos y en su hombro traía su bolso.

—¿Puedo sentarme? —preguntó Sabrina Spellman, a lo que la miré seria y negué, luego miré a Enid, quién sonreía y asentía repetitivamente emocionada.

«...Esta chica no cambia» rodé los ojos y relaje mi rostro.

—¡Toma asiento! —alentó Enid dulcemente. La bruja sonrió ahora con más intensidad y contagiada de la emoción de Enid, se sentó de un brinco—Ayer no pudimos charlar bien, me decías que tu nombre era Sabrina...—comenzó Enid, disminuyendo el tono de su voz al final.