The fault in love-Eddie Munson #1 [✓] CORREGIDA.

Capítulo 26: Engendro del mal

Mi pierna subía y bajaba con ayuda de mi talón.Me sentía intranquila después de lo ocurrido con Nancy.Tenia miedo de que pueda pasar con alguno de nosotros y no estar preparado.

Max ofreció su casa para pasar la noche ya que estaba al lado de la de Eddie.Y en parte por que a su madre le toca turno de la noche.

Steve hablaba con Nancy.Haciendo un intento de calmarla ya que ella seguía asustada.Y los demás se las empeñaron para dormir todos amontonados.
Me encontraba sola en la cocina de Max, hasta que Eddie llegó.

—No puedo dormir—Anunció con cierto nerviosismo.Podia calcular que eran las cinco de la mañana.Todo ocurrió muy rápido.

—Yo tampoco—conteste sin ganas.

Eddie noto mis nervios por el movimiento que hacía con mi pierna.Se sentó a un lado de mi.

Buscó mi mirada hasta que los azules de mis ojos se encontraron con los marrones de los suyos.
Dirigió su mano a mi mejilla y la acaricio con su pulgar suavemente, como si fuera porcelana que no quiere agrietar.
Esa simple acción me hace sentir un poco más tranquila.Cerre los ojos disfrutando su tacto.

—Some people say my love cannot be true
Please, believe me, my love, and I'll show you
I will give you those things you thought unreal
The Sun, the Moon, the stars, all bear my seal— Eddie comenzó a cantar casi en un susurro.

Sabía de que canción se trataba, N.I.B De Black Sabbath.
Sabía lo que decía esa canción y me encantaba:

>Algunos dicen que mi amor no puede ser verdadero
Por favor, créeme, mi amor, y te mostraré
Te daré esas cosas que pensabas irreales
El sol, la luna, las estrellas, todos llevan mi sello.

—Follow me now, and you will not regret
Leaving the life you led before we met
You are the first to have this love of mine
Forever with me 'till the end of time—Fue mi turno de cantar para el.

>Sígueme ahora, y no te arrepentirás
Dejando la vida que conducías antes de conocernos
Eres el primero en tener este amor mío
Para siempre conmigo hasta el fin de los tiempos.

—Tu amor por mi tiene que ser real—me dijo mirándome a los ojos muy atentamente.Esa era una parte de la canción.

—Ya quiero que esto acabe para irnos de aquí—mencione tomando su mano y uniendo su frente con la mía.

—Yo también—susurró.Unio sus labios con los míos en un dulce beso que necesitaba.

—¿Que?..—me separe de Eddie al escuchar la voz que nos interrumpió—¿Te vas?

Suspiré antes de responderle.

—Si, Jason—me levante para enfrentar en problema que se venia.Eddie no soltó mi mano en ningún momento

—Pe-pero tenía planeado vivir nosotros dos juntos y jamás volver con papá y empezar desde cero y...

—Lo siento, Jason—lo interrumpí—en tan solo días me has demostrado que has cambiado y te lo agradezco mucho—sentí pena por el y por mi.De hecho me hacía ilusión en reconstruir nuestra relación de hermanos.Pero ya tenía planes con Eddie y Jason se irá....—¿No iras a la universidad?

Jason lo pensó unos segundos y su rostros se suavizó.

—Cierto—afirmó pensativo—en unos días ya recibiré la carta de confirmación—Sonrió—Que les valla bien.No olviden escribirme.

Jason era así, tenía unos cambios de humor muy repentinos.Mire la cara de confusión de Eddie.

—Por cierto—volvió Jason—¿Que canción era esa? La letra es increíble.

—Es de Black Sabbath—respondí.

—Dios, hasta para ser románticos tienen que ser frikis—se fue con una mueca de disgusto y murmurando otras cosa que no logré escuchar muy bien.Negue con la cabeza algo divertida.

—Ustedes si que son iguales—concluyó Eddie—en algunas cosas.

Lo mire en desaprobación.

—Claro que no—negué algo molesta.Era mentira.No soy tan bipolar como Jason

Los minutos transcurrieron y había más luz de día aún que el sol todavía no salía por completo.
Mire por la ventana cuando vi una figura de una persona que estuve extrañando estos últimos días.

Estaba a punto de entrar a la caravana de Eddie.No podía permitir que entre y vea el tremendo portal en su casa.
Sali a prisas para distraerlo.

—¡TIO WAYNE!—lo llamé.El volteo a verme y su cara cambió a una positiva.Fui hasta a el corriendo y disminuyendo la distancia que teníamos.

El señor viejo y calvo -que para mi ha sido como un padre que alguna vez tuve- abrió sus brazos para mi y me envolvió en un cálido abrazo.

—¿Pero donde te has metido, niña?—fue lo primero que dijo, sin separarse de mi—Te he estado buscando a ti y a Eddie?

—Han sido días largos

—Fui a buscarte a tu casa, tu padre es un idiota.

—Dígame algo que no sepa—bromee.Los dos reímos hasta que las risas pararon y nos separamos.

—¿Eso es sangre?—sentí que mi alma abandono mi cuerpo.Recorde que estaba hecha un asco y aparte, cubierta de sangre.

—Estoy bien, ya no me duele—respondí.Pero eso no lo convenció y me dedico una mirada de desaprobación.

—Ven, tengo un botiquínNo.no.no.Si entra lo vera todo y será una larga historia—Oh no.Me lo lleve.Hace unos días llegaron unos hombres y dijeron que tenía que irme de ahí y me rehubicaron—Asenti ante lo que dijo.

—Es de hace días, ya estoy bien.

—No me haces tonto, Abby.

Era muy difícil de mentirle a Wayne y que se lo crea.Asi que lo mejor es salir huyendo.

—Tengo que irme, Tío Wayne—suspiré.

—De casualidad ¿Has visto a Eddie?.Lo he estado buscando.

—Yo...—busque una excusa.Pero era inútil, no podía mentirle por más que intentará—Le explicaré todo cuando tenga tiempo.Tengo que irme.

Wayne asintió y volvió a abrazarme.Le correspondi.Su aroma a cigarrillos inundó mis fosas nasales.

—Te quiero, engendro del mal—murmuró.

Wayne tenía ese apodo en mi.Decia que a simple vista podía parecer dulce y tierna pero mi personalidad decía lo contrario.Algo que caracteriza a los demonios.

—Y yo a usted...calvo—ese era mi apodo en el cuando agarre más confianza.

Cuando conocí a Wayne, supe que teníamos una fuerte conexión.Y fue así.Ha estado cuidándome desde entonces y cada que el y Eddie hacían una salida, siempre me incluían a mi.Me sentía en paz con ambos.Ellos son como mi gran pequeña familia.

Me despedí de Wayne y volví a la casa de Max.Para entonces el sol ya estaba dando calor.
Y todos ya despiertos prestandole atención a Nancy.

—Debemos regresar—dijo ella.

—No.
—De ninguna manera.
—Jamás—Todos negaron inmediatamente.

—¿De que me perdí?—pregunté confusa.

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Capitulo corregido.