Capítulo 11: Dulce venganza.

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La espera de la caprichosa Lee Chae Rin al fin ha terminado. El día por el que se ha preparado arduamente ha llegado. Ahora es su oportunidad de brillar como solista sobre un escenario.


Desde la comodidad del sofá de su apartamento revisa en Internet los comentarios que su video musical ha recibido. Afortunadamente son positivos. Esboza una sonrisa de satisfacción y mira su reloj de pulso.


Está en espera de su nuevo manager, el cual la llevará a la televisora donde se filmará su debut en solitario. Cambia su expresión por una de malicia al percatarse de que pronto será hora de partir; si él no llega a tiempo, hará que se arrepienta de aceptar el puesto que ahora ocupa.


Deja escapar una malvada risita, se cruza de piernas y vuelve su atención al moderno dispositivo que sostiene en las manos. Sus admiradores de todas partes del mundo no escatiman en elogios. A todos ellos les fascina la melodía y su nuevo video musical. Los frutos de su esfuerzo se hacen evidentes a cada minuto. 


Una arrogante mueca adorna su faz. Por supuesto, ella sabía que resultaría de esa manera. Después de todo, su populridad va en constante aumento, piensa. Era de esperarse que su canción, baile, apariencia y actitud gustaran. Posiblemente todo ello supere sus expectativas y las de la empresa que la representa.


Está cansada de tener que vestir ropa holgada que la hace ver como una inadaptada social o una delincuente, pero la idea de una imagen de chica mala no la desagrada. Al contrario, cree que va a la perfección con su personalidad. Porque realmente eso es: quizá la más malvada de las mujeres. Al menos así desea que la perciban, porque de esa manera nadie se atreverá a lastimarla. No. A decir verdad, sí es mezquina, y lo es por mero placer.


Vuelve a mirar la hora y de nuevo aparece en sus labios una maliciosa sonrisa. Definitivamente la tortura de ese irritante extranjero iniciará en unos minutos, cuando se retrase y desajuste su ocupada agenda.


Sorprendida, se levanta del sofá luego de escuchar el timbre de la puerta principal. Aparece frente a ella el sonriente Víctor, echando abajo parte de su perverso plan.


—¡Buen día, Ciel! —saluda alegremente y entra al apartamento; ella muestra una expresión de fastidio—. ¿Lista para tu primera presentación como solista?


La vista de la soberbia rapera se dirige inmediatamente a las manos del joven latino; él aún lleva esa misteriosa sortija que despierta en ella una indescriptible curiosidad. Con semblante molesto se cruza de brazos y lo mira con desdén.


—Habías dicho que no contabas con un permiso para conducir –señala la llave que el muchacho sostiene— ¿Esta vez desafiarás nuestras leyes?


—Por supuesto que no –ríe—. No subestimes a nuestra empresa. Me consiguieron una licencia provisional en menos de un par de días –sonríe triunfante y muestra la identificación—. Se siente realmente bien tener este tipo de conexiones. Si ellos no hubieran intervenido, seguramente me habría llevado mucho tiempo obtener una.


—Sólo vámonos –ordena con hastío.


The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora