The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]

Capítulo 14: Fragancia de mujer.

Recostado sobre el cómodo sofá del solitario despacho, Víctor aguarda a que su bella representada termine la práctica. En menos de un par de horas tendrá que llevarla a una importante estación de radio donde continuará con la promoción de su primera canción como solista.

La duda todavía persiste en la joven mente del atractivo fotógrafo. Aún no consigue entender el porqué del enfado de la caprichosa rapera. Ésta sigue evitando cruzar palabra con él y eso lo empieza a irritar.

Pareciera como si el enojo de ella se incrementara conforme transcurren los días; lo demuestra con pequeñas pero infantiles y exasperantes acciones que consiguen incomodar a su inexperto manager. Esta mañana, por ejemplo, cuando él llegó al apartamento del cuarteto femenino, CL ya había salido. El mensaje aparenta ser claro: no tiene deseos de verlo.

Esbozando una burlesca sonrisa en los labios, el carismático occidental se pregunta cómo es que se ha dejado intimidar por Yang Hyun Suk. Desde un principio sabía que no sólo se comprometía a encargarse de la agenda y supervisión de las actividades de Lee Chae Rin sino que también se arriesgaba a convertirse en su esclavo. Pero aún así aceptó la propuesta del empresario. No tenía otra opción. No podía negarse pues de lo contrario pondría en peligro el cumplimiento de sus metas, y su esfuerzo por llegar al país en el que ahora está habría sido en vano.

Como si de una película se tratara, el recuerdo de aquel tenso momento vuelve a su pensamiento. Con determinación se posaba frente al afamado ejecutivo, dispuesto a comunicarle su decisión.

—Ya lo he decidido. Vengo a responder la proposición que usted me ha hecho.

Hyun Suk trazó en su faz una descarada sonrisa y lanzó sobre la mesa los documentos que sostenía en las manos. Tomó asiento con aire de superioridad y fijó la atención en el audaz caballero de bronceada piel.

—Bien –se aclaró la garganta—. Te escucharé sólo por curiosidad. ¿Cuál es tu respuesta?

—Lo siento, pero no puedo aceptar. —dijo tajante—. Estoy en verdad muy agradecido por su generosidad y por brindarme la oportunidad de ejercer mi profesión en esta magnífica empresa; sin embargo, no me considero apto para desempeñar el papel de representante. Rechazo su oferta, señor.

Un breve pero inquietante silencio se apoderó de la habitación. El joven latinoamericano comenzaba a sentirse nervioso; su oyente parecía no notarlo. Este último emitió una irónica risa y asintió con la cabeza; indudablemente reconocía las agallas del chico.

—Pensé que había sido lo suficientemente claro contigo, muchacho –comentó—. Te di unas horas para asimilarlo, no para elegir. No creí que te atreverías a negarte a mi petición. ¿Puedo saber las razones?

—No tengo la experiencia necesaria –contestó, intentando no evidenciar su inquietud—. Además no me gustaría que esa labor interfiriera con mis actividades escolares. Le recuerdo que pronto iniciarán las clases de posgrado.

—¿Estás dudando de mis capacidades como empresario, jovencito? —rió—. Obviamente me anticipé y arreglé todo para evitarte futuros problemas en tus obligaciones como manager. La mayoría de las asignaturas las cursarás a distancia; es decir, recibirás la asesoría de los profesores a través de un sitio de Internet diseñado específicamente para eso. No debes preocuparte por la experiencia. Eres publicista, pero no creo que sea muy difícil para ti desarrollarte como publirrelacionista. Después de todo ambas actividades pertenecen al campo de la comunicación, tu especialidad –dijo triunfante.