Capítulo 7: Nueva misión.

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Sentada en una cómoda silla ejecutiva y frente a un escritorio color caoba se halla la famosa rapera de 2NE1. Mantiene en el rostro una malvada sonrisa y la deseñosa mirada fija en su dócil manager.

--¡¿Qué?! Pero señorita, ¡¿cómo puede usted pedirme eso?! --exclama abriendo los ojos con asombro--. Lo siento, pero no puedo hacerlo. Yo... no me atrevo... yo...

--¡Sí lo harás! --golpea la mesa con el puño--. Lo harás porque yo te lo ordeno. ¿Eres mi empleado, no? Entonces debes cumplir mis mandatos –se cruza de brazos, alza una ceja y lo observa desafiante--. ¿O te atreverás a desobedecerme?

--¡No! Pero lo que me pide es un poco... difícil, señorita –comenta con nerviosismo--. ¿Cómo debo hacerlo?

--No lo sé. Utiliza tu ingenio. Ahora retírate y piensa bien cómo lo harás porque quiero los resultados cuanto antes.

Sintiéndose totalmente frustrado, el agradable hombre sale del despacho mascullando y alborotándose el cabello con desesperación. No se ha percatado de que Víctor lo observa, riendo divertido.

--¿Qué sucede, manager Cha? ¿Esa caprichosa chica ha descargado su ira nuevamente sobre usted?

--¡¿Có... cómo dice?! ¡N... no, de ninguna manera! --asegura sorprendiéndose.

--No debería permitir que se comporte de esa forma tan grosera con usted. Sólo es cuestión de hacerle entender que debe tratarlo con cierto respeto. ¿Desea que interceda por usted? Me aseguraré de que esa soberbia jovencita no vuelva a ser tan insolente con usted –se encamina hacia la oficina.

--¡No! --lo detiene, atemorizado--. No... no hace falta, joven Víctor. Yo hablaré con ella más tarde. Gracias.

Desconcertado, el apuesto occidental asiente con la cabeza y sonríe. Realmente compadece la situación de ese buen hombre; sólo él puede tolerar los desplantes, la arrogancia y el mal humor de la rubia chica sin volverse loco. Porque cualquier otro en su lugar ya estaría encerrado en un manicomio y con una camisa de fuerza.

--Como usted desee –dice el jovencito, sonriente.

Visiblemente inquieto, el representante de la reconocida artista se inclina sutilmente a manera de despedida y se da media vuelta para seguir su camino. El creativo fotógrafo hace lo mismo, pero con un semblante de sospecha debido al extraño actuar del individuo.

--¡Joven Víctor! --vocifera, volviéndose y haciéndolo frenar el paso--. Yo... me gustaría saber... quiero decir..., usted se ha ganado mi simpatía. Si no le parece inconveniente quisiera visitarlo pronto. ¿Podría decirme cuál es la dirección de su casa?

Sin desdibujar del rostro la hechizante sonrisa de la que es poseedor, el alegre chico saca del bolsillo interior de su chaqueta un bolígrafo y una tarjeta de presentación. Escribe en el reverso de la misma los datos de su domicilio y la entrega a su interlocutor. Éste agradece y se retira apresurado.

El gallardo latinoamericano duda una vez más del extraño comportamiento del manager, pero pronto decide no darle importancia. Se introduce a la oficina donde su malhumorada modelo lo espera.

--¡Hola, chica mala! --saluda entusiasta--. ¿Puedo saber por qué la princesa Ciel ha exigido ver a este humilde y mediocre fotógrafo?

--Nada de bromas, extranjero –reclama altiva--. No olvides nuestro acuerdo.

--Es verdad. Lo lamento, jefa –responde, mostrando una adorable sonrisa y haciendo una veña.

--¿Dónde has estado estos últimos días? ¿Qué has estado haciendo? El día que finalizamos la filmación, por ejemplo, ¿a dónde fuiste? --interroga fingiendo desinterés.

The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora