Capitulo 1.

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El despertador suena justo a las 9 de la mañana. Perezosamente me levanto de la cama y entro directa en la ducha. Mientras el agua cae por mi cuerpo repaso mentalmente si tengo todo guardado. Hoy me voy a vivir a Sevilla capital, al piso de mi hermano David para estudiar en la universidad. El verano a pasado increíblemente rápido y apenas pase este fin de semana comenzaran las clases. Estoy nerviosa la verdad, esto es un gran paso para mi.
Después de vestirme bajo a desayunar, en la cocina se encuentran mis padres y mi hermano, el cual engulle un donut.

-Buenos días-saludo, alegre.
-Buenos días-me responden al unisono.

Cojo una manzana y me lleno un vaso de zumo de naranja. Mi padre ojea el periódico atentamente, relajado. Hoy tiene el día libre y junto a mi madre nos van a acompañar a Sevilla, pasaran el día por allí. Mi madre me pregunta si lo he recogido todo y, lo mas importante para ella, si he limpiado a fondo mi habitación. Cosa que hice ayer, despues de vaciar mi cuarto, dejando los muebles vacíos y la cama con una fina sabana por encima, limpie de arriba a bajo todo.

-Sabes ya los horarios de tus clases?-me pregunta mi padre, me siento entre él y mi hermano.
-No, solo se que el lunes tengo que ir a las 9 de la mañana, allí me darán los horarios y todo lo que necesito.
- Vigilar el uno del otro-dice mi madre, señalando a David y mas tarde a mi.
-Mama, tengo 25 años, que va a vigilarme?

David trabaja de profesor de educación física en un instituto de la capital. Me hace mucha ilusion mudarme a vivir con él. Desde pequeños hemos estado muy unidos, es cinco años mayor que yo y va a ser divertido pasar mas tiempo juntos. Este verano hicimos un trato, él pagaria todos los gastos del piso mientras yo no encuentre trabajo a cambio de que yo me ocupe de las tareas de la casa. Me parecio justo a si que acepte de imediato.
Cuando termino de desayunar subo de nuevo a mi desalojada habitacion para guardar las ultimas cosas en mi mochila: el cargador del movil, cartera, llaves del piso de mi hermano y llaves de aqui de casa. Reviso que no me falte nada y salgo al jardin, donde mi padre y David estan guardando en el maletero mis cosas.
***
-No vienes a comer con nosotros?-me pregunta mi madre, saliendo ya del piso que desde hoy comparto con mi hermano mayor.
-No, mama. Voy a quedarme a organizar todo esto-respondo, señalando las dos maletas y las cajas que tengo en el salon.

Ella asiente, antes de marcharse me dice que pasara pasa despedirse antes de volver a Utrera con papa. David se marcha con ellos y yo me tiro en el sofa. No se por donde empezar a ordenar. Suspiro, lo mejor sera comenzar por la ropa, para que no se arrugue. Cojo las dos maletas y cruzo el pasillo, la segunda puerta sera mi habitacion durante los proximos cuatro años-a no ser que por alguna circunstancia nos mudemos-.
Es bastante grande, no tanto como la de casa de mis padres, pero es amplia y tiene una gran ventana por la cual entra mucha luz. Abro el gran armario que hay frente a la cama, esta empotrado en la pared y creo que no tengo tanta ropa para llenar ese gran mueble.
Una vez solucionado el tema de mi ropa, comienzo a colocar mis libros en las estanterias que hay sobre el escritorio. Tengo muchisimos porque me encanta leer. Despues de haber acabado con las novelas, coloco tambien mis libros de historia del cerebro y articulos de psicologia. Siempre me ha gustado estudiar sobre el cuerpo humano, de pequeña decia que de mayor seria doctora. En cierto modo era verdad, voy a ser doctora, pero de la cabeza. A los 14 años mi padre me llevo a conocer a un amigo suyo que es psicologo, que me estuvo explicando cosas sobre la profesion. Solo sirvio para convencerme aun mas de que era eso a lo que queria dedicarme. Mi movil suena, coloco el ultimo libro y lo cojo de la mesita de noche. En la pantalla leo: Miriam. Contesto rapidamente, antes de que salte el buzon de voz.

-Hola!
-Hola caracola-responde ella, riendo.

Rio yo tambien, nunca cambiara. Miriam es mi prima, tiene dos años mas que yo pero siempre hemos estado juntas. David, ella y yo nos pasabamos el tiempo juntos, compartiamos todo, comer, hacer los deberes, estudiar, dormir. Algunos dias en casa de ella y otros en la nuestra. Miriam esta estudiando veterinaria en Huelva, desde hace dos años. Cuando David se mudo aqui a la capital las dos lo pasamos muy mal, pero al menos en 50 minutos-aprox- de distancia, pero cuando ella se marcho a Huelva fue mucho peor. Porque hay mas kilometros en medio y no nos vemos todo lo que queremos. Soy la pequeña de los tres y a veces les envidio, David ya termino la carrera y trabaja, y a Miriam le quedan dos años para acabarla. Sin embargo, yo apenas voy a comenzarla pasado mañana.

-Ya te has instalado?-me pregunta ella, con su tono dulce de siempre.
-Estoy en ello, me queda organizar un par de cosas. Pero antes voy a prepararme algo de comer-le respondo, mientras camino hacia la cocina. Pongo el altavoz, para poder hablar con ella mientras saco la comida- tu como vas?
-Bien, estoy deseando de que empiece el nuevo curso-aun que no la vea, se que esta sonriendo.

Cualquiera en su lugar habria dicho lo contrario, que no quiere que empiecen las clases. Pero ella no-ni yo tampoco-. Desde pequeña le fascinan los animales, en su casa, recuerdo, que tenia un perro, dos gatos, una caja llena de gusanos de seda, periquitos y peces. Parecia un zoo, pero mi hermano y a mi nos encantaba ir a jugar con todos aquellos animales. Una vez, en casa de nuestra abuela, aparecio un pajaro que tenia la pata rota. Miriam lo recogio enseguida y se entretuvo durante un rato en vendarlo para que pudiera caminar. Y la muy capulla-con cariño-lo consiguio.
Sigo conversando con ella mientras pongo a hervir unos macarrones. Mi prima me dice que en cuanto pueda se pasara por sevilla para vernos y pasar un fin de semana con David y conmigo. Me alegro al instante de escuchar eso, tengo muchas ganas de verla.
***
-Portaros bien-nos repite mama, por no se cuanta vez.
-Que siiiii-respondemos mi hermano y yo al unisono, con desgana.
-Si estamos a menos de una hora de distancia mama, no va a pasar nada. Llevo cuatro años viviendo solo-acota David.

Unos cuantos besos por parte de nuestros padres despues la puerta principal del piso 2A se cierra, dejandonos a mi hermano mayor y a mi solos. Por fin.
David propone pedir pizza para cenar, a lo que yo acepto encantada. Adoro la pizza. A las 12 y cuarto de la noche, mas o menos, me marcho a la cama. Ha sido un dia agotador de mudanza y aun me quedan cosas que ordenar.
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Os espero en Twitter guapetonas/es! @_tequieroO
Espero que os este gustando la nueva historia. Besos<3

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