Capitulo 5.

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Jesus.
Suspiro cansado y guardo mis apuntes y el estuche en la mochila. Salgo de clase acompañado de Eric y en la puerta nos encontramos con mi gemelo, Carlos y Marcos. Me cubro en el paraguas de Dani mientras que el resto de nuestros amigos usan los suyos. Caminamos hacia el edificio de psicologia, a la vez que hablamos de la fiesta de inaguración del curso. No puedo evitar pensar en María, vendra? Me gustaría que viniese.
Joder, de nuevo esos pensamientos. Por qué siento tanto interes en conocerla más? Llegamos a la puerta y la veo junto a la melena roja de mi cuñada. Les sonrío y nos ponemos en la entrada del edificio, para no mojarnos. Dani presenta a María a nuestros amigos y veo como Marcos la mira lascivamente, le da dos besos demasiado cariñosos para mi gusto y no puedo evitar intervenir. La agarro de la mano mientras le sonrío.

-Como te vas a casa?-le pregunto.
-Andando-responde, poniendo mala cara.
-Puedo llevarte yo-ofrezco, sin soltar su mano.

María sonrie con cariño a la vez que se pone roja.

-No te quiero molestar-dice finalmente, niego con la cabeza.
-No es ninguna molestia.

Instintivamente acaricio sus nudillos con mi pulgar y vuelvo a sentir esa corriente por todo mi cuerpo. María acaba aceptando, a si que nos despedimos de todos. Observo como Marcos le acaricia la cintura y una mala leche empieza a apoderarse de mi, agarro de nuevo la mano de María y tiro de ella para irnos rapido de ahí. Corremos por el campus para llegar al aparcamiento, saco las llaves unos metros antes de llegar al coche. Le abro la puerta del copiloto y ella sube, sonriendome antes.
***
Maria.
-Estas empapada-hace notar Jesus, después de subirse al coche.
-Ya, bueno cuando llegue a casa me cambiare-me encojo de hombros, quitandole importancia.
-Pero te pondras enferma de todas formas-veo como se gira y coge algo del asiento trasero-cambiate y ponte esto.

Observo la sudadera roja que me tiende. La rechazo diciendo que no hace falta pero él insiste tanto que acabo aceptándola. Jesus se gira, mirando por la ventana para que pueda quitarme la camiseta y ponerme su sudadera. Una vez la tengo puesta, cierro los ojos al sentir su olor. Le aviso de que estoy lista y él me sonríe, arranca el coche y salimos del aparcamiento. Saco mi móvil de la mochila y veo que tengo un mensaje de David. A quedado con unos amigos y llegara a cenar, si es que llega. Lo vuelvo a guardar y sin querer mi vista se fija en Jesús, en todos sus gestos al conducir. Él se da cuenta y me mira rápido para volver a poner atención en la carretera.

-Que miras?-sonríe. Noto como mis mejillas enrojecen.
-Nada...-miro por la ventana, nerviosa y apostaría cualquier cosa a que él sigue sonriendo-ahora es a la derecha.

Dirige el vehículo por donde le he indicado y en menos de dos minutos estamos frente a mi edificio. Tan pronto nos separamos? Suspiro. Por qué tengo ganas de pasar mas tiempo con él?

-Te..te apetece subir?-las palabras salen de mi boca antes de que pueda procesarlas.
-Sí, la verdad que sí me apetece.-sonríe y de nuevo vuelvo a sonrojarme.Una alegría que no había sentido nunca se apodera de mi- pero no pienses mal eh-ríe- solo es que me gusta estar contigo, me lo he pasado bien en la cafeteria.

Le sonrío y después de que aparque el coche nos subimos al ascensor. Me pregunta por mi hermano y si no le molestara, pero como no esta da igual. Y aunque estuviera no le importaría. Es cierto que yo también lo he pasado genial esta mañana. Jesús es un chico encantador, amable, simpático, muy guapo. Seguro que tiene a todas las chicas locas por él. De repente siento celos ante ese pensamiento. No entiendo por que, pero la idea de Jesús con una chica me cabrea.
Entramos en el piso y le indico que puede sentarse donde quiera. Dejo la mochila en mi habitacion y vuelvo al salon.

-Qué te apetece comer?-le pregunto, sonriendo.
-Emm..-está nervioso? Pues sigue igual de guapo...- da igual, lo que quieras.

Asiento y me dirijo a la cocina. Siento sus pasos detras de mi. Decido cocinar unos spaguettis a la carbonara a si que me pongo manos a la obra. Jesus se ofrece a ayudarme, le pido que corte un poco de cebolla y él obedece al instante. Tengo muchas preguntas en la cabeza para hacerle, pero me da tantisima vergüenza que mejor me las callo. Le escucho sorber por la nariz, lo miro y no puedo evitar reir al verlo llorar.

-No tiene gracia-se hace el ofendido, aun que rie tambien- pica un monton-le miro con cariño.
-A ver, mirame-le pido.

Me acerco a él con una servilleta y procedo a limpiar las lagrimas de sus ojos rojos. Y otra vez esa sensacion, esa corriente y adrenalina cada vez que me toca. Me mira directamente a los ojos y sonrie. Pero esta sonrisa es diferente. Es una sonrisa tierna, dulce. No dudo en devolversela.
***
Dani.
-No seas tonto-rie Alicia, dandome un golpe suave en la cara.
-No lo soy-rio tambien.

Ella niega con la cabeza riendo a carcajadas. Se lleva su cocacola a los labios y da un sorbo. No puedo evitar sonreir. A pesar del tiempo que ya llevamos juntos, sigo queriendola igual, incluso mas. Cada dia mas y mas. Es una chica tan especial, tan dulce que no podre dejar de quererla nunca. Ni si quiera me imagino la vida sin ella. Es mi pilar fundamental. Es como el sol para la tierra, o el agua para las flores. Y podria decir mas ejemplos pero resumiendo ella es mi vida.

-Oye, y tu hermano?-me pregunta, mientras le da un bocado a su hamurguesa.
-Se fue a llevar a Maria a su casa porque llovia y no se si estara en casa o donde-respondo, encogiendome de hombros.
-Yo creo que se gustan-comenta mi chica- en realidad hacen buena pareja.

Asiento, sonriendole. Yo tambien he pensado que se gustan, sobre todo lo he pensado de Jesus, pero despues de lo que le paso...o mejor dicho, de lo que hizo no creo que sea tan facil para él. Soy la unica persona que sabe lo ocurrido, siempre me he sentido mal por no poder ayudarle de alguna manera. Ese error le lleva pesando a mi gemelo en los hombros casi mas de tres años. Nunca se lo ha perdonado. Y eso demuestra que no lo hizo queriendo, que él no es asi.
Alicia se levanta y tira su bandeja en la papelera, la imito y despues salimos de Burguer King. Sigue lloviendo a si que le pongo mi chaqueta en sus hombros.

-Te apetece ir a casa y vemos una peli?-propone, abrazandome por la cintura.
-Si es contigo, me apetece todo.

Si aún te quieres quedar {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora