Capitulo 16

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Maria.

Dani aparca frente a una pequeña casita muy mona de dos plantas. Salimos todos del coche y yo miro a mi alrededor. Aun no he visto mucho de Mairena, mas bien nada, pero se respira una paz increible. Siento unos brazos rodear mi cintura y sonrio. Me giro para quedar cara a cara con Jesus, el cual me da un beso rapido. He pensado mucho respecto a nosotros, y siento mucho miedo de todo lo que estoy sintiendo, pero me siento tan bien que no quiero que acabe. Otra de las cosas que me dan miedo, que de un momento a otro, yo desaparezca de su vida.

-Nos vemos luego en la cena-se despide Alicia, dandonos un par de besos rapidos a cada uno.
-Adios-le sonrio, ella va a su casa para ver a su familia y mas tarde vendra aqui para cenar con nosotros- Estoy muy nerviosa-confieso, mientras los gemelos cogen nuestras bolsas.
-Nuestros padres son geniales, te acogeran con los brazos abiertos, ya veras-me asegura Dani, dandome un abrazo.

Arrastro mi pequeña maleta mientras camino detras de los gemelos. Jesus abre la puerta y en seguida una mujer de unos 40 años se aproxima a recibirnos. No puedo evitar sonreir de ternura al ver como se come a besos a sus dos hijos. Unos minutos despues la mujer me mira a mi con una cálida sonrisa.

-Bienvenida cielo-me dice, abriendo sus brazos. No dudo en abrazarla.
-Encantada de conocerla señora-le sonrio.
-Si vuelves a llamarme señora duermes en el jardin-bromea, apretandome las manos con cariño- Llamame Eva, y la chica que ha enganchado a mi Jesus se llama...-me ruborizo al escuchar sus palabras y el aludido tose avergonzado tambien.
-Maria.

Hablamos un rato mas con su madre, es un encanto de mujer. Dani tenia razon cuando me ha dicho que son geniales, bueno aun no conozco a su padre, pero seguramente sea un encanto tambien. Junto a los gemelos, subimos nuestro equipaje al piso de arriba. Me enseñan la habitacion de ambos, la que compartian antes de irse a la universidad.

-Vosotros podeis dormir aqui, yo me acoplo en la de Juan Carlitos-anuncia Dani, dirigiendose hacia alli.
-Juan Carlitos?-pregunto, mirando al chico que esta detras de mi.
-Nuestro hermano mayor-asiento, nunca me habian hablado de él. Supongo que aun nos quedan muchas cosas que saber el uno del otro.

Las dos camas de la habitacion se encuentran separadas por una pequeña mesita de noche. Jesus me dice que escoja la que mas me guste y yo me decanto por la que esta junto a la ventana.

-Ahi dormia yo-informa, sonriendome- parece que estamos conectados en todo.

Le sonrio de vuelta y ambos salimos al balcon. Le abrazo de lado y justo aqui, me doy cuenta que no necesito nada mas. Que nunca me habia sentido asi, pero que me encanta. Que con Jesus me siento protegida de todo lo malo que me pueda ocurrir, y que en él puedo confiar como jamas pense poder en un chico.
Me aparta el pelo de la cara y nos acercamos hasta besarnos. Posa sus manos en mi cadera pegandome mas a él, como si eso fuera posible. Sus besos descienden hasta mi cuello y siento como la temperatura sube y los nervios se apoderan de mi.

-Estas bien?-me pregunta, mirandome a los ojos.
-Si, es solo...un poco complicado-digo, aun no estoy preparada para ese paso-lo siento.
-No-niega, acariciando mis mejillas con sus manos- Ya te dije que no quiero hacer nada que tu no quieras. Me importas de verdad, Maria.

Le sonrio timida y él vuelve a besarme. Escuchamos el sonido de mi movil sobre la cama y me acerco hasta él. "Miri" leo en la pantalla. Contesto rapidamente la llamada de mi prima, la cual esta super emocionada porque-segun me cuenta- Tom la ha invitado ha pasar una semana en su pais.

Jesus.

Bajo a la cocina mientras Maria se ducha. Son aproximadamente las 7 de la tarde y papá tiene que estar a punto de llegar. Me alegro mucho del recibimiento que le ha hecho mamá. Yo estaba seguro que sería cariñosa con ella, pero ver a Maria comoda en mi casa, me hace muy feliz. Y tenerla aqui, en Mairena, en casa de mis padres, conmigo me hace darme cuenta de lo mucho que la necesito conmigo. De lo mucho que se ha metido en mi piel en estas semanas, el gran hueco que ha ocupado en mi corazon en tan poco tiempo. La verdad es que no sé que pasaría si Maria decide acabar con esto, porque ya os digo, se ha convertido tan importante para mi que no me imagino la vida sin ella.

-Hola cariño-me saluda mamá, tomo asiento en la mesa y ella me imita, dejando un cafe delante de mi.
-Que tal todo por aqui?-pregunto, dando un sorbo.
-Muy bien. Deberiaís visitar a vuestros tios, seguro que Ari y Maria se caen genial-asiento, sonriendo- y hablando de Maria...cuentame.
-No sé que decirte mamá...es...increible, de verdad-me sonrie con ternura, con esa sonrisa materna que te da la confianza suficiente para admitir cosas que no te atreves ni siquiera contigo mimso- No es mi novia si es tu duda, pero...te prometo mamá que la necesito mucho a mi lado. No se como explicarlo, pero ver la cara de Maria todos los dias, pasear con ella por Sevilla o, simplemente, estudiar juntos me da la vida. Y ya si sonrie...y tienes que escuchar su risa mama, es preciosa.
-Eso se llama amor, cielo-responde, acariciando mi mano- y es bonito, porque estoy segura que a ella le pasa lo mismo que a ti. No hace falta mas que ver como te mira.

Me rio, mientras arrasco mi nuca y miro al suelo. Las palabras de mi madre me dan mucho que pensar. Amor? Esta claro que lo que yo siento por Maria es muy fuerte, tanto que asusta. Y me da miedo cagarla.

Si aún te quieres quedar {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora