CAPITULO XXXII: PARTIDOS

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A la mañana siguiente Aemond se despertó con Alaerys acurrucada en sus brazos, beso su cabeza e intento separar un poco a Aegon que lo abrazaba por detrás como garrapata, no sabía cómo Alaerys hacía para escaparse de su agarre todos los días.

—Volvieron tarde anoche. —le musitó a la joven que había despertado y le miraba.

—Lo siento, estabas ocupado peleando como para decirte de venir con nosotros. —susurró adormilada.

—¿Lo escuchaste? —

—Medio castillo lo escucho. —murmuró Aegon desde atrás.

—Funciona el Alto Valyrio para que la mayoría no entienda, pero si gritan no es necesario saber que dicen para saber que pelean. —Alaerys continuo.

—Cuando pasé podía escuchar a madre decirles que paren de hablar así. —rio el mayor.

—¿Y tú? —intentó cambiar de tema. —¿Qué te pasaba? —la joven se giro aún en los brazos de él pero ahora le daba la espalda.

—Detesto a tu abuelo. —

—¿Te hizo algo? —Aemond sonaba muy molesto.

—No,bueno, más o menos. —suspiró.— Me dijo que quería que lo ayudase a que el Rey cambiará a su heredero, me dijo que quería a Aegon en el trono...—movió los pies molesta como si fuera una niña pequeña.—Y luego sugirió que tú fueras el heredero, que sería más formidable pero no es lo que habíamos hablado, me dijo que me iba a usar, lo sabía, pero no pensé que me engañaría para dar un mejor espectáculo. —bufó.

—Erys deja de meterte en esas cosas. —el mayor estiró su brazo para golpearle la pierna con la palma de la mano.

—Esta vez estoy de acuerdo con él, solo te metes en problemas con todo esto. —

—Rhaenyra no merece el trono, y deseo que alguno de ustedes lo herede, además ya tomé una desición y no hay vuelta atras. —Mencionó mordiendose las mejillas.

—¿A qué te refieres con eso? —Aegon parecía despierto de golpe.

—Para ustedes es obvio, como lo es para Lucerys, estan claramente de un lado. —se mordió la lengua con fuerzas, necesitaba ese dolor.— Daemon y Lucerys esta del lado de Rhaenyra, tomar partido por ustedes implica que estoy en su contra. —

—Las cosas no son tan así, no es necesa...—el mayor intento hablar.

—Las cosas son así, ahora no se nota, pero en algún momento la guerra se desatará y no hay lugar para la ambigüedad, no puedo estar de dos lados. —

—La guerra no se desatará hoy, ni mañana, así que deja de pensar en lados, Alaerys, no necesitas estar en contra de tu familia por nosotros. —la abrazo con fuerzas.— Por favor, no te metas en más cosas donde mi abuelo este involucrado. —

Alaerys no respondió, en la fortaleza roja había aprendido que la guerra ya había llegado sólo que no era a través de espadas o dragones, era a través de indirectas, de discusiones, de desiciones y acciones. Cuándo proponía a sus tíos cómo herederos al trono se lo quitaba indirectamente a Jacaerys, que ahora no le importaba, pero entonces ¿Quién sería heredero de Driftmark? Lucerys como se pacto o el primogénito de Laenor, qué era el antes heredero al trono... Así que podía estar sin querer perjudicando a su hermano, y había usado el nombre de su padre solo para hacer quedar mejor a sus tíos, él mismo se lo  había enseñado, a luchar con uñas y dientes por lo que quería, por sus convicciones, y ellos no le jurarian lealtad al mismo rey, ponerse del lado de su padre sería también traicionar todo lo que le había enseñado, de una u otra manera le estaría fallando.

Secretos & Deseos {Aemond/Aegon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora