Kiku No Yuuri

7. Detalles

―Espera un momento, ¿me estás diciendo que el príncipe heredero del trono de Japón es tu fan?

La pregunta de Chris se la había hecho Víctor varias veces también durante esa semana y, mientras más habían pasado los días, más confundido estaba.

―Tampoco diría fan...

―¡Tiene un álbum con fotos tuyas y de tus artículos!

―Bueno, sí.

―¡Con anotaciones de su puño y letra!

―Lo sé, pero...

―Imagínate si fueran cosas perturbadoras dignas de un acosador y tú ni enterado porque no sabes japonés.

―Deja de decir tonterías, Chris.

―Bueno, pero piénsalo. Quizás quiere escribir su propio Kamasutra contigo de inspiración.

―Si sigues hablando estupideces te voy a colgar.

―Está bien, no toco más del tema.

―Gracias.

Sin saber cómo seguir, ambos quedaron un momento en silencio. Víctor volteó hacia su mesa de noche, donde se encontraba un hermoso crisantemo, esta vez de otro color que el anterior. Desde que le había llegado el primer ramo, Víctor se había dado cuenta que había empezado a recibir un crisantemo  diario. Todos coloridos, alegres y elegantes. Por alguna razón le emocionaba sorprenderse, después de un día largo, con ellos. El de ese día era de un rosa pálido.

―Pero dime, ¿Cómo ha sido tu primera semana con el príncipe?

La pregunta de Chris, intempestiva y deseosa por romper el hielo nuevamente, no era tan fácil de contestar para Victor. Y es que no había una respuesta sencilla para ello. Como  Minako le había anticipado, el príncipe Yuuri estuvo como no habido la mayor parte del tiempo y él solo era llevado para fotografiar recepciones o visitas del príncipe y jamás lo había visto comer, mucho menos participando en alguna actividad fuera del protocolo. Visto desde ese ángulo, el príncipe era un muñeco de torta más, vestido en traje formal.

Sin embargo, debía tomar en cuenta otras cosas en las que no había pensado una semana atrás.

―Bueno, digamos que ha sido una semana muy particular. El príncipe sigue sin hablarme, pero debo reconocer que es un personaje muy interesante.

Y Víctor lo decía muy en serio. El haberse enterado de que el príncipe guardaba en secreto y con cariño parte de quién era él como profesional, le había hecho entender que necesitaba saber más para formarse una opinión justa de él. Por ello decidió investigar todo lo que pudiera saber del príncipe. Como buen periodista, usó a los trabajadores de palacio como fuentes referenciales, al menos los que parecían más amables con él y la información que pudo recabar lo sorprendió incluso más.

―Vaya, esa palabra interesante puede tener varios significados mon Ami ―expresó Chris―. No dejes que piense mal y dime de una vez a qué te refieres.

―Bueno ―A Víctor le costaba encontrar el las palabras adecuadas para describirlo―,  es que el príncipe parece que fuera muchas cosas. Pero no lo es.

―Tu explicación no está explicando, Vitya ―El bufido impaciente de Victor se escuchó.

―Es que mira, primero pensé que me odiaba y resulta que es al contrario: ama mi trabajo e incluso lo inspiró a crear planes sociales y organizaciones para Japón, pero también para África. Tiene muy buenas ideas Chris, estuve leyendo sobre ellas y la verdad me quedé impresionado, no sólo porque las tuviera, sino porque yo fui su inspiración para ellas.