Víctor podía recordar con lujo de detalles la primera vez que había visto cómo se revelaba una foto. Su padre, dueño de un estudio de fotografía, lo invitó el día que cumplió seis años a pasar al cuarto de revelado que tenía en la trastienda.
Desde el primer momento que había visto aparecer en el papel fotográfico una imagen, Víctor supo que la fotografía era mágica. Debía serlo, porque a través de las fotos que vio en ese cuarto de revelado, Víctor viajó mentalmente en los siguientes años a playas del Caribe, a bodas en hoteles y castillos muy lujosos e incluso a bosques y ciudades muy lejanos de su amada San Petersburgo.
La fotografía fue el aliciente para que Víctor se decidiera desde pequeño a descubrir más del mundo. Y jamás se había arrepentido de ello, menos ahora que se encontraba revelando muchos aspectos de un mundo muy particular: el increíble mundo de Yuuri.
Más bien del príncipe heredero al trono del Crisantemo, Katsuki Yuuri. Pero le alegraba saber que ya no necesitaba nombrarlo con pompa para hablar de él.
En esos tres meses en Japón Víctor por fin se había sentido inspirado para empezar a escribir un avance del libro. Poco a poco había crecido la confianza con Yuuri y Víctor esperaba que esa confianza siguiera creciendo porque el príncipe tenía algo que Víctor no podía explicar, algo que se sentía como un gran imán que lo jalaba hacia su centro y el periodista era incapaz de repelerlo.
Víctor Nikiforov se consideraba un hombre feliz y afortunado después de todo. Vivía desde hacía seis meses en un hermoso lugar, rodeado de jardines; comía delicioso todos los días y, sobre todo, amaba su trabajo, razón por la que ahora se hallaba ensimismado mirando el reflejo de un espejo en el salón.
―¿Víctor?
Pero el hombre no escuchó. El reflejo que contemplaba era sencillamente exquisito, lo suficiente como para abstraerlo del contexto.
―¿Víctor?
El periodista solo tenía ojos para el príncipe, quien llevaba un hermoso kimono de seda encima. Era de un color azul oscuro que resaltaba sus facciones, simple, pero tan elegante que le quitó el aliento. La parte inferior era igual de hermosa, con unos pantalones grises brillantes, con unas sutiles rayas negras. Simplemente deslumbrante. Era la primera vez que Victor había tenido la oportunidad de verlo con un traje como ese, sobre todo porque la familia real estaba muy occidentalizada por el lado masculino; pero Yuuri había insistido en un traje tradicional, quizás para honrar la fiesta que venía a continuación con el respeto que se merecía.
―¡Víctor, contesta!
No había dejado de hacer fotos desde que le habían puesto al príncipe el traje encima. Yuuri tenía puestos los lentes de contacto por una vez en su vida, quizás porque le avergonzaba mostrar sus gafas reparadas con cinta a su sastre, y tenía el cabello desordenado, cosa que contrastaba con el look del día. ¡Pero qué hermoso que se veía! Había algo especial en Yuuri Katsuki, Víctor lo sabía, más aún en ese momento en el que la seda abrazaba el cuerpo del príncipe y lo hacía lucir tan varonil y atractivo.
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Kiku No Yuuri
FanficEl trono del Crisantemo peligra en el lejano Japón. Un príncipe que nadie parece conocer y un periodista que nadie desea recordar deben entrecruzar caminos para evitarlo. Advertencias: *Es un fic Victuuri, pero podría hablarse de otras ships que NO...